Ocurrió sobre las 22 horas del 26 de agosto de 2018. Desde lo alto del puente de A Barca comenzaron a caer conos a la autopista AP-9 que llegaron a impactar en un coche que, por fortuna, no sufrió daños aparentes y pudo solventar el percance sin sufrir un accidente.
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Ahora, el responsable de aquellos hechos, un pontevedrés con múltiples antecedentes penales, deberá sentarse en el banquillo del juzgado de lo Penal 2 de Pontevedra acusado de un delito contra la seguridad vial en su modalidad de crear un grave riesgo para la circulación.
El escrito de la Fiscalía señala que este hombre, Y. T. G., "sin importante el peligro que ello representaba para los usuarios de la vía" arrojó desde el puente de A Barca hasta la autopista AP-9 que discurre por debajo dos conos plásticos señalizadores de obras.
Señala también que en estos momentos había "bastante tráfico en la autopista" y al menos uno de los conos impactó en el citado vehículo, por suerte, sin causar graves daños. Añade la Fiscalía que el acusado "solo cejó en su acción al ser recriminado por un transeúnte". En su favor le aplica como atenuante que el acusado presenta un trastorno de personalidad sumado a un síndrome de dependencia a las drogas de carácter leve que afectaban a sus capacidades intelectivas y volitivas. En el juicio, el Ministerio Público solicita al acusado una pena de ocho meses de cárcel que puede sustituir por una multa de 1.680 euros y 25 días en beneficio de la comunidad si accede de forma voluntaria a ello.