La prevención de la violencia que los hijos ejercen sobre sus padres centra un programa de intervención precoz que la Concellería de Benestar Social de Pontevedra y Meniños pondrán en marcha a lo largo de este mes.

Según los datos del Programa de Atención Familiar coordinado por Meniños en el municipio, la mayoría de los casos de agresión de hijos a padres son protagonizados por chicos, un 68 por ciento, y se producen en familias que tienen a madres al frente, casi un 41 por ciento.

Además, más de la mitad de las familias con las que se lleva a cabo una intervención tienen antecedentes de violencia de género, una cifra incluso superior en las situaciones de violencia física.

Asimismo, existe una importante presencia de alteraciones de orden psicológica o psiquiátrica, en un 44 por ciento de los casos.

A la vista de estas cifras, el Concello de Pontevedra quiere actuar desde la prevención. Solamente entre 2004 y 2018 el Programa de Atención Familiar dos Servizos Comunitarios, gestionado por Meniños, atendió a 59 jóvenes por conductas de violencia verbal y/o física hacia sus progenitores.

Desde la Concellería de Benestar Social se destaca que desde el año 2010 se ha producido un incremento importante de este tipo de situaciones, especialmente entre aquellos adolescentes de 14 y 15 años y con un repunte muy preocupante en casos de agresiones físicas entre los de 12 y 13 años.

Por todo ello, se impulsará un plan piloto de intervención precoz dirigido a familias con hijos entre los 10 y los 14 años.

La concelleira de Benestar Social, Paloma Castro, explica que se trata de fomentar entre los adolescentes una serie de recursos psicológicos, "como habilidades sociales conductas de autocontrol, empatía...", que les permitan afrontar las situaciones cotidianas de manera "más adaptativa".

"Al mismo tiempo, las madres y padres adquirirán habilidades que les ayudarán a restablecer la autoridad con sus hijas e hijos y a manejar esas conductas agresivas", añade la socialista.

En el proyecto participarán dos técnicas que se encargarán de conducir a los grupos de participantes en las sesiones conjuntas con las familias. Son la educadora social Aurora Coego y la responsable del programa, la trabajadora social Noa Corredoira.

Experiencia previa en Vitoria

El coordinador de la Fundación Meniños en Pontevedra, Roberto Antón Santiago, asegura que esta iniciativa está basada en la experiencia previa de un programa que el Ayuntamiento de Vitoria-Gasteiz desarrolló en colaboración con la Universidade del País Vasco. "Pretende atajar esta problemática instaurando comportamientos alternativos adecuados e incompatibles con la violencia para la resolución de los conflictos en el ámbito familiar", manifiesta. También reducir o eliminar los problemas de conducta en el hogar: violencia filio-parental psicológica, emocional o financiera para prevenir la física, o psico-emocional grave en el futuro.

Podrán participar en el plan familias residentes en el municipio de Pontevedra con problemática de violencia, adolescentes usuarios de la Unidade de Saúde Mental Infanto-Xuvenil de Pontevedra con dificultades de conducta y de relación con sus progenitores o tutores, aquellos con expediente abierto en la Oficina Técnica de Servizos Sociais del Concelllo por el mismo motivo y padres y madres que hayan sufrido alguna situación de violencia verbal o física.

Las familias participantes en el programa serán derivadas por los Servizos Comunitarios del Concello o por la Unidade de Saúde Mental Infanto-Xuvenil. Tendrán prioridad las familias monoparentales y, sobre estas, aquellas que hayan sufrido violencia de género. El límite máximo de asistencia será de ocho familias.

Según desgrana Paloma Castro, el programa se desarrollará mediante tres grupos: los formados por padres y madres, los de jóvenes participantes y los constituidos por cada familia.

Consumo de drogas

Una cuestión importante a tener en cuenta es que la mayoría de los jóvenes implicados en situaciones de violencia hacia sus padres presentan consumo de sustancias estupefacientes, un 58 por ciento.

En el 17 por ciento fue necesaria intervención policial, y en la inmensa mayoría de las denuncias fue por violencia física, en nueve de cada diez casos.

Asimismo, en casi un 12 por ciento, fue necesaria la intervención judicial.

El informe de la Fundación Meniños también destaca que la mita de los adolescentes que protagonizan situaciones de violencia contra sus padres tienen relaciones de pareja conflictivas, violentas, y de ellos, el 66 por ciento consumen drogas.