Lo que comenzó hace ya once años como una divertida reunión de amigos se está consolidando como uno de los acontecimientos sociales de Sanxenxo en la época estival. El Mundial de Colchonetas ya es una de las pruebas más esperadas del año, y por eso ayer volvió a congregar a cientos de personas, entre participantes y público, en el entorno de la playa de A Panadeira.
Entre las tres categorías en las que se divide esta peculiar competición se lanzaron al agua más de 400 personas. La prueba más multitudinaria, la de los adultos, congregó a más de 200 participantes, la gran mayoría disfrazados con mayor o menor originalidad y armados con colchonetas tuneadas para la ocasión, con el objetivo de diferenciarse bien de sus rivales, pero sobre todo de darle un plus de diversión y humor a la cita, que fue el foco de las miradas de un gran número de curiosos que se situaron tanto en el paseo marítimo como en la arena y que se comportaron como un público totalmente entregado, animando para que todos los competidores llegaran a cruzar la línea de meta.
El primero en pisar la arena fue el joven Jaime Suárez, que se hizo con el preciado -a la vez que peculiar- título de campeón del mundo de colchonetas, seguido por los hermanos Jorge y Javi Segura.
Fue el broche de oro a un campeonato que había arrancado sobre las 12.30 horas con la prueba para niños y niñas menores de diez años. Posteriormente fue el turno de los jóvenes de entre 10 y 14 años y superadas las 13.30 horas comenzó la prueba reina: la carrera de adultos. Después dio comienzo la ceremonia de entrega de trofeos, con premios para los tres primeros clasificados en cada categoría, para los tres mejores disfraces y para las colchonetas más originales, así como para los tres mejores disfraces en grupo; cada año se apuntan más personas para esta última modalidad y, como anécdota, en esta ocasión participó un grupo de 29 integrantes llegados desde Santiago exclusivamente para tomar parte en este divertido y peculiar mundial.
Un equipo de vigilancia y protección, tanto dentro como fuera del agua, veló por que todo se desarrollara con normalidad y sin incidentes. Organizado por la Asociación Lúdica y Cultural "O Cubreiro", este año el evento ha querido solidarizarse con la Asociación de Peludos Invisibles de Sanxenxo (APIS), por lo que acondicionó un puesto para que quien quisiera pudiera donar comida para animales.
