Se ha hecho de rogar, pero el campanu del Lérez ha tumbado hoy 20 días de espera y todos los récords del río. El asturiano Virgilio Alonso González ha sacado del Pozo de Bora un salmón de casi 11 kilos y casi un metro de largo.

Este campanu reúne todos los ingredientes de una gesta histórica: una campaña de pesca más corta que se recuerda debido a la escasez de salmones; una larga espera de 20 días, desde que el pasado uno de mayo se abrió la veda; y un ejemplar que pulveriza marcas. Las dimensiones exactas podrían encumbrar a esta pieza como la mayor jamás pescada en el río Lérez. Según apuntaban los técnicos de la Xunta que se encontraban en la presa de Bora, existe un registro de 1964 de una captura de 10,400 kilogramos que nadie había batido hasta hoy. Cincuenta y cinco años después, Virgilio ha levantado un salmón de 10,837 kilogramos, 98 centímetros de longitud y 53 de contorno en su parte más gruesa.

"Este coto me trae buena suerte", celebraba este mediodía el afortunado, que compartía jornada de pesca con su mujer. Ambos residen en Madrid, pero viajaron hasta el Lérez para practicar su afición debido a "la calidad de sus aguas transparentes" y su "entorno natural". La suerte ha vuelto a salpicar a Virgilio, que en 2016 ya sacó otro campanu del Lérez, aunque no tan espectacular como este. Aquel pesaba 3,600 kilogramos.

Esta pareja llegó y triunfó, ya que se apostaron a las 9 horas en las orillas del río y el campanu cayó a las 13.25 horas. Menos de cinco horas de espera para una primera captura que se ha hecho de rogar en Pontevedra.