La Sala de lo Civil y Penal del TSXG ha desestimado el recurso interpuesto por Oswaldo O.G. contra la sentencia emitida por la sección cuarta de la Audiencia Provincial de Pontevedra en octubre de 2018 en la que condena a nueve años y dos meses de cárcel a un acusado de agredir sexualmente y golpear a su pareja en el domicilio de Vigo que compartían. Una agresión que este hombre supuestamente llevó a cabo porque creía que su pareja le había sido infiel con su jefe.

El TSXG ha rechazado que el fallo de instancia carezca de motivación, tal y como alegaba el procesado. Así, los jueces resaltan que las magistradas de la Sección Cuarta de la Audiencia de Pontevedra "explicita las concretas razones" por las que llega a la convicción sobre los hechos delictivos y culpabilidad del acusado.

"Pese a lo argumentado en el recurso de apelación, la sentencia expone detalladamente por qué el testimonio de la víctima goza de verosimilitud", subrayan. La afectada, según el fallo del TSXG, ha mantenido la misma versión de los hechos y su testimonio es "persistente, detallado, razonable, lógico y sincero".

La resolución, por tanto, confirma íntegramente el fallo de la Audiencia Provincial de Pontevedra que impone al procesado por el delito de agresión sexual seis años y ocho meses de cárcel, así como cinco años de libertad vigilada; a los que hay que sumar dos años más por el de lesiones y, por el de maltrato, seis meses. En total nueve años y dos meses de cárcel.

El acusado, nacido en Cuba y de 53 años de edad, llegó a vigilar a su pareja en su lugar de trabajo en Pontevedra. En el momento en el que la mujer salió a comer con sus compañeros en la empresa en la que trabajaba en la ciudad del Lérez, discutió con ella propinándole varios golpes en los brazos con los dedos y reprochándole que fuera a comer con su jefe, dado que ya le había dicho que no podía "ir a comer con nadie" de la empresa. Ese mismo día, discutieron y la golpeó en varias ocasiones, diciéndole que "la iba a matar y que no salía viva de la habitación", según el fallo. Luego la obligó a mantener relaciones sexuales.

Durante el juicio celebrado en Pontevedra, la mujer relató el miedo que pasó: "Estaba fuera de sí, no había manera de hacerle entrar en razón". Asegura que recibió golpes en la cabeza y en las manos por parte del agresor, así como patadas. Ella, que por temor había escondido los cuchillos, asegura que la amenazó con matarla y que en un momento dado Oswaldo se acercó a ella con una mano oculta en la espalda. "Yo pensé que tenía un cuchillo, y le supliqué que no me matase, pero cuando sacó la mano no había nada", relató, "pensé que no iba a llegar al día siguiente".