María Magdalena Rodríguez, vecina de Os Praceres madre de dos niñas, es uno de los últimos casos que ha llegado hasta la Plataforma de Afectados por la Hipoteca, PAH, de Pontevedra. Está agotando los tres meses que logró de paralización de su desahucio gracias a la plataforma, de ahí que esté buscando urgentemente un piso acorde a sus bajos ingresos económicos.

Las secuelas que le quedaron después de sufrir un accidente en el interior de un autobús hace cinco años le dejaron graves secuelas y un grado de discapacidad del 84 por ciento.

Cobra una prestación por invalidez de poco más de 550 euros, con la que tiene que hacerse cargo de todos los gastos de la vivienda y de sus dos hijas.

Debe varias mensualidades a su casero, por lo que tiene que abandonar la vivienda. "No deseo dar pena, solo un hogar según la paga que se me ha dado", asegura.