En los 192.774 metros cuadrados de superficie que tiene la zona monumental hay más de 1.695 viviendas, de las que más de un millar presentan deficiencias de habitabilidad.

El Concello reconoce que alrededor de 900 viviendas del centro histórico necesitan algún tipo de rehabilitación.

El estudio demográfico que maneja el Concello y que es la base en la que centró su petición para una nueva fase del área de rehabilitación integral señala a la población de mayor edad como la menos receptiva a realizar reformas globales en las viviendas. Sus condiciones económicas y personas no les permiten emprender obras de envergadura en el inmueble.

Sin embargo, el porcentaje de población mayor en la zona monumental se ha visto reducido en los últimos años. Más del 60% de los residentes ronda los 40 años de edad. Y este dato tiene una doble lectura positiva.

Por una parte, los jóvenes eligen establecerse de forma definitiva en este entorno y por otra, las condiciones de escasa insonorización de los edificios antiguos resultan menos molestas para quienes carecen de problemas para conciliar el sueño.

Con todo, un 20% de las viviendas del casco viejo permanecen vacías, bien por abandono, ruina, estar en venta o alquiler o por obras de reforma.