Los galardones en la primera muestra a la que se han presentado los vinos ha servido como elemento publicitario muy potente. Ayer, tanto el padre Arsenio como Sergio Fernández, responsable de la bodega desde hace cinco años, comentaban que ya han recibido numerosas llamadas para adquirir botellas de los caldos poienses.

"Muchas personas no sabían ni que el Monasterio hacía vino", reconoce Fernández. Mientras, el religioso de la orden de los Mercedarios señala que el etiquetado ha llegado hace unos días, lo que ha impedido si quiera que se hayan puesto a la venta en la propia Hospedería del Mosteiro.

"No tuvimos ningún tipo de acción publicitaria, por lo que la idea es ir abriendo mercado poco a poco. Si se puede, la idea es por supuesto acabar comercializando el vino en las grandes superficies. Pero para eso hay que empezar poco a poco, acudiendo a estas muestras y dándonos a conocer", analiza Fernández.