El comité de empresa de la Consellería de Traballo e Benestar en Pontevedra denunció ayer públicamente la situación de abandono en la gestión de este centro, algo que ya trasladó a la propia administración pero también denunció ante la Fiscalía de Pontevedra, Inspección de Trabajo, Valedor do Pobo, Diputación, Concello y los grupos parlamentarios de PP, BNG, PSOE y En Marea, además del grupo municipal de Ciudadanos. El objetivo es dar a conocer esta situación de este centro que "la administración se empeña en ocultar".

Las reclamaciones del comité de empresa se centran tanto en la necesidad de acometer inversiones tanto en el apartado de personal como en la mejora de la propia infraestructura, peticiones que no tuvieron respuesta algo que les lleva ahora a iniciar movilizaciones.

Desde el comité recuerdan que buena parte de la problemática viene dada por el hecho de que esta residencia se construyó como un centro para personas "válidas" por sí mismas y se fue convirtiendo en un centro para la atención de personas asistidas sin ninguna modificación de sus infraestructuras y cada vez es más patente que "necesita unos servicios adaptados a su realidad".

Así, por ejemplo, la residencia sigue sin contar con oxígeno en las habitaciones de asistidos y sin tomas de aspiración; así como con un deficiente servicio de ascensores que "en demasiadas ocasiones están fuera de servicio" y hasta hace poco incluso incumplían la normativa aplicable.

Señalan también, por ejemplo, que algunos de los internos dependientes "reciben alimentación encamados, lo que aumenta exponencialmente el riesgo de fallecimiento". "El comedor del cuarto piso está colapsado a causa de un mobiliario inapropiado", añaden, y "no existe sala de estar en el cuarto piso para que los usuarios puedan descansar por lo que se pasan todo el día en la misma silla en la que comieron".

Asimismo, indican que "un solo baño geriátrico en todo el cuarto piso de asistidos provoca retrasos muy prolongados en las tareas que realiza el personal y que los asistidos hagan cola para ser aseados".

A estas deficiencias añaden otras, como el hecho de que se pretenda "alojar a residentes asistidos en el tercer piso, con camas pegadas a la pared y en habitaciones en las que no es posible el uso de grúas, sin tomas de oxígeno y aspiración, por lo que es técnicamente inviable". Por último, explican que la falta de valoración real del grado de dependencia de muchos usuarios también impide disponer de un mapa real del tipo de usuario que hay en el centro para su "correcta atención en función de las demandas exigidas para con el número de trabajadores existentes".

Para ello piden, por ejemplo, la creación de una enfermería en el centro, el replanteamiento del servicio de ascensores por ser insuficientes y no garantizar una movilidad adecuada a los residentes, tomas de oxígeno y aspiración en las habitaciones de asistidos, modificación integral del tercer y cuarto piso para adecuarla a los internos asistidos, comedores y salas de estar en donde sean necesarias, entre otras cuestiones.

Anuncian movilizaciones y señalan que estas actuaciones son necesarias para "garantizar un mínimo estándar de calidad asistencial" a los residentes y el "respeto a su dignidad" sin que eso quede solamente a expensas de la vocación de los trabajadores.