Giro en la investigación judicial del conocido como caso de los 'miguelianos'. La Fiscalía de Vigo ha remitido un escrito a la Sección Cuarta de la Audiencia de Pontevedra, que será el tribunal encargado de juzgar este asunto, en el que solicita la confirmación del auto de conclusión de dicho sumario, así como la apertura de juicio oral frente a únicamente siete personas (frente a las 17 personas investigadas del auto de procesamiento que inicialmente dictó el juzgado instructor de Tui). Según el escrito al que ha tenido acceso FARO, la Fiscalía solicita a la Audiencia que se siga el procedimiento contra el líder de la Orden y Mandato, San Miguel Arcángel, Feliciano Miguel Rosendo da Silva; así como contra dos de las congregadas que el viernes comparecieron en rueda de prensa, Ivana Lima Santana y Iria Quiñones Corbacho. Las otras cuatro personas para las que se pide la apertura de juicio oral son Esteban R. M, José Carlos A. M., Belén E. F. y Dolores E. L.

La Fiscalía no hace extensiva, por lo tanto, la petición de apertura de juicio oral contra Marta Paz Alonso, detenida en el año 2014 junto a Miguel Rosendo y sujeta desde hace más de tres años de medidas cautelares ante el juzgado, concretamente con presentaciones semanales, tal y como confirmaron fuentes de la defensa. Una mujer que, destacan, hasta ahora había sido identificada como "mano derecha" de la presunta organización criminal que está siendo objeto de investigación judicial. Una situación procesal que probablemente levantará la Audiencia ante la petición formulada por el Ministerio Fiscal de que se le retire la imputación.

En un comunicado emitido ayer y firmado por la propia Marta Paz Alonso, Ivana Lima Santana e Iria Corbacho Quiñones recordaron que el pasado viernes Marta Alonso insistió ante los medios de comunicación que, en los tres años que duró la instrucción del caso, "ni una sola persona había manifestado en el procedimiento que ella le hubiese producido el menor daño, sin embargo, su vida se vio truncada y sometida a escarnio público, y fue objeto de rechazo social sufriendo durante todo este tiempo, total desamparo y absoluta indefensión".

En dicho comunicado se recuerda que también afirmó que su situación era "un ejemplo de la injusticia que se está cometiendo contra las consagradas Miguelianas y contra Feliciano Miguel Rosendo"

Cuando en diciembre de 2014 estalló con toda su fuerza el escándalo en torno a la Orden y Mandato San Miguel Arcángel de Oia, la propia Iglesia (cuya denuncia fue también la que permitió la intervención de la Guardia Civil y la investigación judicial) ordenó a través del Arzobispado de Vigo-Tui la supresión de la citada asociación.

Aquel mismo mes de diciembre de 2014, el supuesto líder de lo que se denominó como "secta" (un término que las fieles rechazan), Miguel Rosendo, ingresaba en prisión preventiva en el marco de esta investigación por presuntos delitos abusos sexuales, asociación ilícita, blanqueo o delitos contra la Hacienda Pública. Entonces se publicó que los miembros de la Congregación huyeron a Madrid, y que allí, supuestamente, trataron de reorganizarse.

El pasado viernes, las tres mujeres consagradas de la antigua Orden y Mandato comparecían en Pontevedra para romper su silencio por primera vez. Lo hicieron arropadas por cerca de una docena de compañeras y antiguos fieles de la congregación. Además de negar los delitos por los que se investiga tanto a ellas como a Miguel Rosendo y proclamar la inocencia de todas ellas y especialmente de su líder, también negaron cualquier intento de reorganizar Orden y Mandato en la capital de España. Con todo, explicaron que eso no quita que en la actualidad mantengan una "vida en común" como si de una "misma familia" se tratase.

Iria Quiñones, una de las antiguas madres superioras de las "Miguelianas", explicaba cómo es la vida actual de las antiguas adeptas de Orden y Mandato: "De las 20 congregadas que éramos, un total de 18 estamos en contacto, mantenemos nuestra amistad y una docena seguimos viviendo nuestra vida en común, porque nos da la gana y porque somos felices así", explicaba. "Nos gusta, tenemos la misma fe y la misma forma de vivir y no queremos cambiar de vida", explicaba, al tiempo que insistía en que "eso no es reorganizarse ni ser una secta, ni nada...; es ser libres, que es lo único que queremos".

Iria Quiñones especifica que no viven todas en una misma residencia, "vivimos en Madrid, en distintos lugares, pero tenemos contacto asiduamente, lo compartimos todo, unas trabajan y otras no, como una familia normal y corriente que es lo que éramos antes de esta historia".

La que fue antigua superiora de la orden explicó que cuando el 22 de diciembre de 2014 la Iglesia suprimió Orden y Mandato se fueron a Madrid porque varias de las congregadas llevaban allí una residencia de ancianos. De hecho, explicó que, aunque la Iglesia disolvió la asociación aquel 22 de diciembre, ellas mantuvieron un contrato laboral con Orden y Mandato hasta un año después. Hoy en día, varias de las antiguas congregadas siguen "llevando" las riendas de la citada residencia y dedican también gran parte de su tiempo a preparar "muy en serio nuestra defensa" ante el proceso judicial abierto en Pontevedra.

En cualquier caso, tanto ella como otra de las mujeres investigadas, Marta Paz (a quien se le atribuye el papel de mano derecha de Rosendo), insistían en dejar claro una cuestión: "La orden ya no existe para nada".

Marta Paz también se refirió a los supuestos intentos de reorganización de la congregación tras su supresión por parte de la Iglesia: "La orden se disolvió como tal, ya no existe", pero añadió que "yo no voy a estar más consagrada o menos por que así lo diga la firma de un obispo, ni el papel de ningún hombre". Recordó que "yo he decidido libremente consagrarme a Dios", advirtiendo de que lo sucedido no va a cambiar este hecho.

Un grupo musical

Tras el traslado de las congregadas a Madrid, no solo se habló del posible reagrupamiento y reorganización de la supuesta secta en la capital, sino de incluso apareció un nuevo nombre que sustituiría al que la congregación adoptó en Oia: "La Voz del Serviam". Marta Paz negó este extremo: "Orden y Mandato está extinta y disuelta, lo que se llamó reorganización fue La Voz del Serviam que es una palabra en latín y que, por supuesto, no significa Satanás, como me preguntó la Guardia Civil", indicó.