"La Xunta de Galicia tiene una deuda histórica con Poio. Y esta deuda genera unos intereses que se están pagando con muertes, desgraciadamente". Así de tajante se mostró la alcaldesa en funciones, Chelo Besada, al referirse a la problemática de la PO-308, un vial de titularidad autonómica.

Besada denunció que el Concello tiene solicitadas "varias entrevistas con Feijoo, Rueda o la Consellería de Medio Ambiente" pero nadie les recibe. "Hemos presentado infinidad de mociones relacionadas con la seguridad vial. También hicimos manifestaciones. ¿Qué tenemos que hacer como gobernantes para que la Xunta actúe en el Concello y haga las obras necesarias?", criticó Besada.

Para la teniente, "todo es echar la culpa al gobierno de Poio" cuando las acusaciones que se dan son sobre cuestiones que "competen a la Xunta de Galicia, que este año dejó sin ejecutar 200 millones". "Eso es una vergüenza", explicó.