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Un corte en el suministro eléctrico afecta a miles de vecinos durante varias horas

El incidente tuvo lugar en el centro de transformación de Campelo -Comerciantes y hosteleros, los más perjudicados -El centro de Salud de Anafáns retrasó consultas

Usuarios en el centro de salud Anafáns, en San Salvador. // Gustavo Santos

Cerca de 7.000 abonados de varias parroquias de Poio resultaron ayer afectados por un corte en el suministro eléctrico que se produjo a las once y cuarto de la mañana y que se prolongó durante varias horas. El incidente provocó el malestar de los poienses, especialmente de los comerciantes y hosteleros.

Eran las 11.17 minutos cuando la central de Gas Natural Fenosa en Galicia recibía el aviso de un corte de luz debido a un problema en el centro de transformación de Campelo. Tal y como explicaron fuentes de la eléctrica, el incidente afectó a unos 6.800 clientes, aunque el número de perjudicados fue mucho mayor, teniendo en cuenta que en cada hogar pueden vivir varias personas. A ellos habría que sumar a los usuarios de establecimientos públicos y privados que se quedaron sin suministro en el municipio.

Según Gas Natural Fenosa, el 50 por ciento de los afectados recuperaron el suministro a los 50 minutos, que se fue restableciendo por tramos al resto de clientes. "A las 15 horas quedó restablecido por completo", según la empresa.

Tal y como confirmaron tanto desde la eléctrica como desde el Concello de Poio, el corte perjudicó a casi todas las parroquias del municipio y solo se salvaron algunas zonas concretas, como la de San Salvador más próxima a Pontevedra, en la zona de A Barca, Andurique y Ferreirós.

Pese a que la eléctrica no aclaró las causas del incidente, los cortes en el suministro en el Concello de Poio son frecuentes, especialmente en el invierno, durante los picos de más consumo.

Los que más acusaron el percance fueron los responsables de establecimientos privados, tanto comerciantes como hosteleros.

En el restaurante Porteliña, se vieron obligados a encender velas para poder iluminar su local, que en ese momento contaba con varios clientes. "No pudimos servir ningún café durante ese tiempo y se atrasó todo el trabajo de la mañana, ya que también tenemos un hostal y no pudimos arreglar las habitaciones ni los baños", se lamentaba José Antonio Torres, hijo del propietario.

"Incluso uno de los clientes tuvo que estar esperando porque le había tocado un premio en una de las máquinas tragaperras y se quedaron pendientes", contó como anécdota.

El centro de salud de Anafáns fue otro de los lugares perjudicados, así como los colegios. En las instalaciones sanitarias se vieron obligados a retrasar algunas consultas y no pudieron dar citas durante el corte eléctrico. Muchos usuarios optaron por espera en el propio centro hasta que se restableciese para evitar trasladarse hasta allí otro día.

"Esta situación reiterada te hace sentir indefenso, impotente", aseguraba ayer el alcalde de Poio, Luciano Sobral, que explicó que el Concello también se vio afectado. "Afortunadamente, el edificio cuenta con su propio servidor y pudieron trabajar con normalidad los servicios de Intervención, Registro y Tesorería. Los ordenadores tienen autonomía para dos o tres horas", informó.

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