El Supremo corrobora la nulidad de la licencia con la que se ejecutaron 28 chalés en Boavista

La licencia que el Concello de Poio otorgó en abril de 2002 a la desaparecida promotora Lanzamar para ejecutar 28 viviendas unifamiliares en Boavista es nula. Así lo acaba de decidir el Tribunal Supremo, que desestima los recursos del Concello y de la comunidad de propietarios contra una sentencia similar del Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG).

Es la segunda vez que el Supremo da la razón en este asunto a la Comunidad de Montes Vecinales de San Salvador de Poio. Ya en 2008 el TSXG acordaba anular esa autorización urbanística, fallo confirmado por el Supremo en 2011. No obstante este último tribunal retrotraía las actuaciones y ordenaba el TSXG dictar una nueva sentencia al admitir en julio de 2013 una queja del Banco Popular, implicado en el proceso por una hipoteca sobre los terrenos, pero no citado en el juicio. El órgano gallego se volvió a pronunciar, en el mismo sentido, en noviembre de 2015 y ahora vuelven a decaer los recursos de casación. Queda así anulada la licencia otorgada en abril de 2002 por la que se ejecutaron los chalés en la rúa Illa Canosa, Boavista.

El fallo del alto tribunal gallego también afectaba al PXOM de Poio en cuanto al estudio de detalle que legalizó las viviendas El tribunal rechaza las alegaciones de inadmisibilidad formuladas por los afectados. Se refería a la aprobación definitiva del estudio de detalle de la parcela número 42 de la rúa Illa Canosa, Boavista y anulaba los acuerdos del 22 de abril de 2002 y 25 de noviembre de 2003, "los cuales son contrarios a Derecho", exponía el fallo que ahora confirma el Supremo, que además impone las costas a los recurrentes.

Tanto entonces como ahora se considera que la edificabilidad autorizada en su día era mayor de la admitida, ya que se incluyó en el cálculo una parcela segregada y cedida al Concello. También se discutía la titularidad de un vial.