Gonzalo Pita no está preocupado por las palabras que Roberto Carlos Agís le dedicó en el pleno del pasado lunes. El concejal no adscrito en el Concello de Sanxenxo señaló en la recta final de esa sesión que igual que a Pita se le había hecho alcalde, se le podía quitar el puesto, en una insinuación de una posible moción de censura con los ocho ediles del PP.
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Sin embargo, tras varias jornadas sin dar la réplica a su antiguo socio en el gobierno local, el actual regidor de Sanxenxo aseguró ayer estar "muy tranquilo" con respecto a las palabras del concejal, que tiene la llave para dar la mayoría absoluta a una u otra parte de la corporación. Para Pita, el trabajo que su equipo de Gobierno está haciendo en el municipio es bueno: "Estamos trabajando para los vecinos de Sanxenxo. Ellos son los que nos votaron y ellos son los que deciden siempre", destacó.
Sin embargo, el alcalde tampoco quiso cerrarse en banda y lanzó un órdago al ofrecer la posibilidad de intentar consolidar una opción de gobierno diferente a todo el que no esté de acuerdo con las políticas llevadas a cabo por su equipo: "Si alguien cree que hay una alternativa, que la ponga encima de la mesa y ya se verá", manifestó.
Diferencias "insalvables"
Los desencuentros entre Roberto Agís y el alcalde vienen de lejos. El apoyo del único edil de Sanxenxo Pode fue fundamental en su momento para investir alcalde a Gonzalo Pita. En junio de 2015, tras varias semanas de negociaciones, los votos a favor de nueve miembros de cuatro partidos (SAL, PSOE, BNG y el propio Sanxenxo Pode) permitieron que la localidad cambiase el color de su gobierno tras 16 años con un alcalde del Partido Popular. En ese momento, fue clave el hecho de que Agís rechazase la propuesta de Telmo Martín para apoyarle y decidiese unirse a los otros tres grupos políticos.
Sin embargo, pese a las promesas de que el cuatripartito dotaría a Sanxenxo de un gobierno "único y estable", tan solo diez meses después, el acuerdo se rompía. En abril de 2016, Roberto Agís anunciaba que "diferencias insalvables" hacían necesaria su traslado del gobierno a la oposición. Agís reconoció "encontronazos" con el resto de sus compañeros, así como diferencias de criterio "insalvables" que dificultaban la ejecución de los puntos básicos del programa con el que se presentó a las elecciones.
El propio concejal aseguró que sin él, el gobierno sería "más estable". Sin embargo, el hecho de gobernar en minoría (ocho contra nueve) ha hecho que Sanxenxo se encuentre instalado en un clima de inestabilidad política.