Compartiendo aficiones desde la infancia, dos amigos se decidieron a diseñar, fabricar y distribuir sus propias impresoras 3-D que ahora comercializan a través de la marca Orballo Printing. Los vigueses David Rodríguez Cortizo y su socio Hugo Fernández Nogueira presentan los equipos que fabrican en Pont-Up Store, que ven como una buena fórmula para dar a conocer su producto tanto de cara a los posibles inversores como en el ámbito local. Lo que empezó como una afición de dos amigos con inquietudes técnicas se ha convertido en una empresa de dos jóvenes emprendedores, que ya están vendiendo sus impresoras en Europa y Estados Unidos.
- ¿Qué les llevó a fabricar y vender impresoras 3-D?
- Empezó realmente como un hobby, que nos llevó a ir investigando y aprendiendo sobre la impresión 3-D. En un determinado momento vimos que ahí había un nicho de mercado y nos lanzamos a ello.
- Pero además de la idea y de la iniciativa como emprendedor serán necesarios los conocimientos técnicos.
- Aunque estudiamos ingeniería y la carrera incentivó nuestras inquietudes técnicas, realmente para montar impresoras 3-D no hace falta tener una formación específica, cualquiera puede montarse un equipo.
- ¿Qué tipo de impresora hacen?
- Las hacemos a la carta, a gusto del cliente. De diferentes tamaños, según las necesidades de cada uno. Incluso dependiendo de las especificaciones técnicas que necesite podemos adaptar la impresora a requerimiento de cada cliente.
- ¿Cuál es el canal de distribución?
- El 99 por ciento de nuestras ventas es on-line. Nuestro mercado es europeo y estadounidense, sobre todo. En Europa hemos empezado a vender principalmente en Alemania, Reino Unido y Francia, pero a nivel mundial nuestro principal mercado está en Estados Unidos.
- ¿Y el mercado local?
- Realmente el mercado español no es nuestra mayor cuota de mercado. Por el momento lo tenemos fuera.
- ¿Cuánto cuestan?
- Los precios parten de 400 euros y de ahí para arriba, dependiendo de la configuración que desee el cliente. Pero nuestro mercado no es de impresoras excesivamente caras, pueden llegar a los 600, o 650 euros como máximo.
- ¿Qué opinan de la iniciativa Pont-Up Store?
- Es una buena idea para dar a conocer start up y para fomentar la inversión en empresas pequeñas que quizás sin este tipo de plataformas no podrían acceder a los inversores. Además para los que vendemos principalmente on-line estos encuentros suponen una ocasión para darte a conocer también en el ámbito local, para llegar a la gente que tienes a tu alrededor.