Cada 9 de diciembre, la Brilat honra a la Inmaculada recordando aquellos hechos por los que fue declarada patrona del arma de Infantería y que son conocidos como el Milagro de Empel. Tres de los famosos Tercios de Flances, uno de ellos el de Bobadilla o Zamora, que tiene como su heredero a uno de los batallones de la Brilat, estaban acorralados por la flota holandesa y el frío en la isla de Bommel, después de que el enemigo inundase la zona rompiendo los diques. Un soldado español que cavaba un hoyo encontró una tablilla con la imagen de la Inmaculada a la que rindieron homenaje y rezaron. De repente, el 8 de diciembre, las aguas comenzaron a helarse propiciando el desastre entre la flota holandesa que asediaba a los tercios y la salvación de las tropas españolas tras hostigar y causar numerosas bajas al enemigo.