"Empieza a ser habitual que coincidiendo con una campaña electoral, aparezcan el señor Núñe Feijóo o responsables de la Xunta con contratos para el naval, cortando chapa o comunicando, como ahora, ayudas para la industria auxiliar" señala el secretario comarcal de CIG-Pontevedra, Marcos Conde, que no da credibilidad ya a este tipo de anuncios.

"La realidad del sector la vemos delante" remarca Conde, quien estos días acompañó a la plantilla de Montajes Novarue SL, setenta trabajadores de esta firma auxiliar del naval, radicada en el recinto portuario de Marín, que acaba de cerrar sus puertas "porque no tiene carga de trabajo ni perspectivas de tenerla a corto ni medio plazo". Los despidos de los trabajadores están pendientes del auto del Juzgado de lo Mercantil que autorice el ERE extintivo.

El responsable comarcal de la central nacionalista señala que "por desgracia se utiliza electoralmente al sector naval y no cuentan con el daño que hacen a la gente".

Dieciocho meses después de reanudar la actividad en el astillero y quince después de recibir su primer encargo directo, el que abrió la cartera de clientes tras superar un proceso concursal en 2010 y esquivar un año y medio después, Factoría Naval ha conseguido posicionarse como referente nacional e internacional en el campo de la reparación de atuneros. De hecho uno de estos barcos, el "Txopituna Dos" dejó la grada de la firma marinense el pasado viernes, tras ser sometido a una puesta a punto y modernización de sus sistemas, para iniciar la pesca en el caladero del Pacífico.

La instalación será ocupada mañana mismo, también para someterse a tareas de reparación, por el "Capricorn", un buque arrastrero congelador de 95,4 metros de eslora y 15 de manga. Fue construido en 1989 y navega con bandera de Singapur.

Factoría Naval de Marín adquiere carta de naturaleza como astillero referente de reparaciones cuando autoridades, empresarios y agentes sociales discuten sobre si la crisis del sector naval ha tocado fondo o no y cuando tiene sobre la cabeza su particular espada de Damocles: el cumplimiento de los compromisos adscritos al plan de viabilidad con el que consiguió eludir un segundo concurso de acreedores en 2012.

Aún con estas dificultades de fondo, desde Factoría Naval se hace énfasis en el camino recorrido hasta ahora y en las expectativas de trabajo que tienen por delante, siempre en el campo de las reparaciones. Una actividad que, en época de bonanza, complementaba la razón de ser del astillero: la construcción,

De acuerdo con la información facilitada por la propia compañía tienen confirmado un contrato de reparación y puesta a punto de un nuevo atunero para el mes de septiembre y "estamos muy bien posicionados"para hacerse con la reparación de dos bulk carriers, que de confirmarse las expectativas, llegarían al astillero marinense en julio o agosto.

Por otra parte Factoría Naval mantiene su intención de bajar de su grada más grande y poner a flote la unidad 158, el casco de lo que iba a ser un megavelero de lujo con fines turístico-recreativos. Su construcción está paralizada desde hace casi dos años.

Este barco había sido contratado en su día por una armadora alemana pero por los avatares del proceso concursal en el que estuvo inmerso hace tres años pertenece a Bankia. La unidad 158 está en venta.