Los emprendedores pontevedreses que decidieron, en algún momento del pasado año, dar un paso adelante y abrir un negocio con proyección de futuro invirtieron en el proyecto una media de 76.000 euros, tal como reflejan los datos recogidos en los últimos balances anuales del Registro Mercantil y de la Seguridad Social que publica el INE.

Al hacer la media inversora los registros citados distinguen entre proyectos empresariales, emprendimiento, y altas de autónomos que vinculan al autoempleo, una fórmula laboral que gana terreno ante las cifras récord de paro en las que estamos instalados.

Despachos profesionales, servicios empresariales (asesorías jurídicas, contables, fiscales, de comunicación, de mantenimiento informático, de posicionamiento en la red, etc.) y firmas de transporte y almacenamiento constituyen el grueso de las nuevas sociedades que echan a andar en la ciudad, apuntan desde organizaciones como la CEP.