"Se registra un incremento de las depresiones en niños, casos que además aumentan no un poco sino bastante", señala Yaiza Lorenzo Carneiro, especialista en yoga. Ésta inauguró ayer el nuevo espacio de divulgación cultural y deportiva del Centro de Recuperación Deportiva Torrado con una conferencia sobre yoga para la infancia y dos talleres en los que inició a los más pequeños en esta práctica milenaria, invitándolos a relajarse, a escapar de sus rutinas, reconocer sus emociones y a comportarse de modo más positivo.

-¿El aumento de las depresiones en niños se debe exclusivamente a la crisis?

-No solo, es un poco de todo, a raíz de la crisis los problemas que tienen los padres, económicos, de trabajo etc, se proyectan en casa, los niños siempre lo notan. Además los adultos caemos frecuentemente en la equivocación de intentar que los niños no sepan lo que pasa pero ellos lo notan igualmente, así es que a ellos se los nota nerviosos, incomprendidos, confusos, porque veces ven a mamá que grita, que está nerviosa, pero ella les dice que no pasa nada, lo que genera una gran confusión.

-¿Cómo deberíamos actuar los adultos entonces?

-Sería mejor decirles, de modo que lo puedan entender, que está pasando algo: mamá está un poco nerviosa estos días porque papá tiene problemas en el trabajo, sin entrar al detalle, pero decírselo al niño de alguna manera para que él también entienda las emociones que percibe en su entorno, eso le permitirá entender más las emociones de los demás y también las suyas.

-¿Son los más pequeños las principales víctimas de estos tiempos?

-Sí, los niños son las principales víctimas del estrés, la competencia, la presión que sufrimos, y es porque las proyectamos sobre ellos. Nosotros como adultos tenemos mucho nerviosismo y estrés, estamos muy sometidos a presiones laborales, en el hogar e incluso de nuestros hijos, tenemos muy poco tiempo y muchas cosas que hacer. Pero es que a los niños les pasa lo mismo, pasan muchas horas en el colegio ya desde pequeños, luego están las actividades extraescolares, el estudio, y pasan muy poco tiempo con la familia, además ese poco tiempo que pasan en ocasiones también notan que a sus papás les está pasando algo.

-¿Cómo puede ayudarles el yoga?

-Les ayuda a que reconozcan su propio carácter, a aprender a reconocer sus propias emociones y a saber de las emociones de los demás, son los principales beneficios a nivel psíquico, y en cuanto a beneficios físicos están que mejoran la postura, que su sistema nervioso se calma, se tranquiliza. Cada vez se diagnostican más casos de Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) y en estos casos les beneficia mucho porque el yoga contribuye a proporcionarles herramientas para que reaccionen y actúen de un modo más positivo, tanto en relación a ellos mismos como a las demás personas y a su entorno.

-¿Cómo se desarrolla una de estas clases para niños?

-Siempre empiezo reuniéndolos en círculo e invitándolos a que me cuenten algo, tanto positivo como negativo, que les haya pasado desde la clase anterior. Ahí ya hacemos el primer vínculo de la clase, los niños empiezan a sentirse muy tranquilos, a coger confianza con todos, no tienen vergüenza con respecto a los demás compañero, siempre trabajamos como un equipo, de modo que la competencia y todo ese tipo de emociones negativas no existen en la. A raíz de ahí hacemos ejercicios de respiración, las asanas, las posturas de yoga, la relajación final que siempre se hace, y a todo ello yo le añado juegos de cooperación, métodos de musicoterapia, en cada clase introduzco un tema y suelo trabajar con ellos con ejercicios de musicoterapia, que se suman al yoga, que a su vez es mucho más que solo ejercicios y posturas físicas.