El "último infante". Así se le denominó al convoy que transportaba a las últimas tropas españolas que permanecían en la base Ruy González de Clavijo en Qala i Naw y que partió el pasado viernes hacia Herat. De esta forma, la capital de la provincia afgana de Badghis quedaba, después de mucho tiempo, sin presencia de tropas españolas de la ISAF. Las últimas unidades militares españolas permanecen ahora en Herat y abandonarán definitivamente Afganistán en 2014, poniendo así fin a once años de misión de reconstrucción y pacificación del país asiático. Una labor en la que jugó un papel protagonista la Brilat con sede en Pontevedra.

Los soldados de la Brigada Ligera Aerotransportable fueron los primeros en realizar, a finales del pasado año, esta misma ruta de repliegue entre Qala i Naw y Herat a través del complicado paso de Sabzak. Esta última expedición de la Brilat -compuesta por 700 hombres- llegó a Afganistán a finales de 2012 con la compleja misión de iniciar la retirada y cerrar los puestos de combate avanzados de Ludina y Moqur. Dos hitos que se alcanzaron con éxito en febrero y marzo del presente año. Aunque la misión comenzó con un susto, ya que un teniente destinado en Figueirido resultó con heridas de metralla en un brazo durante un ataque de la insurgencia, afortunadamente, el objetivo asignado a la Brigada Ligera Aerotransportable Galicia VII se llevó a cabo de forma brillante sin tener que lamentar bajas, al menos en la Brilat, porque el pasado mes de febrero, coincidiendo con la estancia en Qala i Naw de la Brigada pontevedresa, perdía la vida en un atentado el sargento David Fernández Ureña. Natural de Bilbao, formaba parte del Regimiento de Pontoneros y Especialidades de Ingenieros de Zaragoza y su fallecimiento fue un duro golpe para sus compañeros de la Brigada Aerotransportable.

Por fortuna, la Brilat no sufre bajas en ninguna misión internacional desde 2009, pero no siempre fue así en Afganistán. Más al contrario, la Brilat recordará su paso por el país asiático como el destino más complejo y duro con el que le ha tocado lidiar hasta ahora a los soldados de Figueirido. Curtidos en una quincena de misiones internacionales en más de una decena de países (desde los Balcanes a Medio Oriente, pasando por el Líbano), la reconstrucción y pacificación de Afganistán se cobró la vida de un centenar de militares españoles en estos once años, de los que 15 pertenecían a la Brigada Ligera Aerotransportable Galicia VII. Estas 15 vidas suponen la práctica totalidad de los fallecidos entre las filas de la Brilat en el transcurso de las 15 misiones internacionales que llevaron a cabo. El sargento Luis Puga Gándara, que falleció en Irak en 2003, es el único soldado de la Brilat en acto de servicio que murió fuera de Afganistán. Los otros quince militares de la Brilat fallecidos en misión en el extranjero hallaron la muerte en este confín de Asia.

3.000 hombres en 6 misiones

Fueron casi 3.000 los soldados de la Brigada pontevedresa que han participado en la misión a lo largo de los años. Los primeros en aterrizar en un Afganistán en el que campaban a sus anchas los "señores de la guerra" fueron los 509 efectivos procedentes de las bases de Asturias, Pontevedra y Valladolid que llegaron a Herat el 25 de julio de 2005. El bautismo de la Brilat en Afganistán no pudo empezar de forma más trágica ya que apenas un mes después, el 16 de agosto, 17 soldados perdían la vida al estrellarse un helicóptero Cougar cerca de la localidad de Shindand. Doce de los militares pertenecían a la Brilat y otros cinco al Ejército del Aire. Aunque un líder de la insurgencia local reivindicó el ataque, las investigaciones acabaron concluyendo que se trató de un trágico accidente aéreo.

La Brilat regresó en octubre de 2006 a Afganistán con 430 efectivos y como Equipo de Reconstrucción Provincial. Qala i Naw comenzó a ser la "casa" de la Brilat en Afganistán. En los puestos de combate de la región de Badghis comenzaban a verse señales que indicaban la dirección y distancia a la que quedaba Pontevedra o se dio el nombre de Camino de Santiago a un recinto utilizado para correr. En febrero de 2007 esta misión también se tiñó de luto. La soldado de la Brilat Idoia Rodríguez Buján perdía la vida en un atentado en el que resultaban heridos otros dos compañeros. Idoia fue la primera mujer militar española que fallecía en una misión internacional.

Los talibanes ya habían intentado una masacre en noviembre de 2006 cuando un coche bomba cargado con un arsenal y pilotado por un suicida que hizo detonar el vehículo al paso de los blindados de la Brilat. Siete militares resultaron heridos. En 2008 medio centenar de efectivos de la Brigada regresaron al desierto afgano en labores de asesoramiento. Si un año antes los soldados de la Brilat habían salvado la vida tras un ataque suicida, el 10 de noviembre de 2008 otro kamikaze estrellaba un coche cargado de explosivos contra el último blindado de un convoy de soldados de la Brilat. Resultaron fallecidos el cabo primero Rubén Alonso Ríos y el brigada Juan Andrés Suárez. Otros cuatro compañeros resultaban heridos. Ambos fueron las últimas víctimas mortales de la Brilat en Afganistán y también en una misión en el extranjero.

Otros 373 soldados partían hacia Qala i Naw en 2009, y otros 700 continuaron su labor en 2010, para finalizar con esta última misión de repliegue entre 2012 y 2013. Ellos completaron esta misión de lucha contra el terrorismo, de pacificación y reconstrucción de un país que ahora deberá demostrar si es capaz de mantener por sí solo una estabilidad por la que los soldados de la Brilat pagaron un precio tan elevado.