Pocos comercios de la ciudad del Lérez pueden competir en ubicación y encanto con A moda dabaixo, el veterano establecimiento de la calle Soportales que encabeza Carlos Díaz, la tercera generación de su familia al frente de este establecimiento tradicional.

-¿Cuándo inició su actividad A moda dabaixo?

-En 1896, ya con la misma actividad que desarrollamos ahora, es decir comercio textil, de ropa y en general tejidos. Perteneció inicialmente a otra familia, un tío abuelo mío trabajó en este comercio y a principios del siglo XX lo compramos, de modo que A moda dabaixo lleva en manos de mi familia ya más de cien años.

-¿Cómo era en ese momento la actividad comercial?

-Una de las cosas más características que contaba mi abuelo es que en aquel momento en que abrió A moda dabaixo la gente no manejaba mucho dinero, entonces el comercio funcionaba como un banco, se hacía prestamos a la gente, se apuntaba en una libreta todas las compras que iba haciendo, por supuesto no existía la tarjeta de crédito que es algo mucho más moderno. Era una de las características del comercio de la época, que el comercialmente realmente hacía de banquero para los particulares pero también para instituciones como la Diputación y el Ayuntamiento, vendían bastante para ambas y no tenían dinero y les pagaban muy tarde.

-¿Conserva tienda la imagen original?

-Muy poco porque el interior ha sido muy reformado, lo único que se conserva del siglo XIX es toda la fachada del mostrador y también parte de la madera, pero otra parte hubo que renovarla porque se fueron apolillando muchas cosas, por ejemplo el mesado del mostrador hubo que renovarlo hace 40 años porque estaba muy gastado, pero el mostrador sí es original del momento en que abrió la tienda.

-¿Cuánto tiempo lleva usted al frente del comercio?

-Unos 40 años, soy uno de los comerciantes más veteranos si no el decano, de hecho recibí hace poco un premio de la Asociación de Autónomos de Galicia por llevar más de 40 años en la profesión, tanto (sonríe) que ya casi no me acuerdo de cuando empecé.

-¿Cómo ha cambiado la actividad comercial en estas cuatro décadas?

-Antes la gran mayoría de los comercios eran como este, ahora casi ninguno es como A moda dabaixo, hay cadenas, franquicias, grandes superficies y grandes tiendas, antes cuando yo empecé aquí no había nada de eso, todo ha cambiado muchísimo, había mucho comercio pequeño, que ha desaparecido casi por completo, desapareció y no solo en el textil sino también en otras ramas, por ejemplo los comestibles, entonces había lo que se llamaba ultramarinos que tampoco queda prácticamente ninguno, eran pequeñas tiendas de comestibles, que fueron absorbidas por los supermercados ya hace décadas, de modo que el cambio ha sido enorme, el panorama comercial no se parece prácticamente en nada.

-¿Esta evolución del comercio ha sido siempre para bien?

-En general imagino que para el público ha sido positivo, pero a cambio desaparece la pequeña tienda, el pequeño comercio tradicional, que se ha ido extinguiendo.

-El comercio mayorista, en cualquier caso, no puede competir con el encanto de las tiendas tradicionales...

-Si, pero el problema es que del encanto no se vive, el encanto siempre y cuando se traduzca en ventas si es un factor añadido, pero si no es difícil sobrevivir. Nosotros en ese sentido afortunadamente no tenemos problemas, somos tan conocidos y llevamos tantos años aquí que nos mantenemos, pero comercios como el nuestro han desaparecido muchísimos. Yo me acuerdo de que en esa zona había mucho comercio pequeño y desapareció casi todo.

-Además de textil vende objetos de coleccionista

-Si, eso es una afición mía, no los vendía mi abuelo, es un capricho mío, vendo algunos objetos de coleccionista que, sobre todo, llaman mucho la atención y sobre todo los compran los turistas.

-¿Entran muchos turistas en A moda dabaixo?

-Muchos, muchos portugueses y en general europeos, les llama mucho la atención el comercio porque es infrecuente, lo que antes era normal hoy en día apenas se ve, entonces les llama la atención ver un comercio antiguo.

-Los expertos aseguran que en el comercio tradicional la crisis ha hecho menos mella que en los modernos establecimientos...

-Si, lo cierto es que con toda la crisis las ventas se mantuvieron en una linea muy estable quizás hasta este mismo año que es cuando noté un bajón de ventas, pero hasta este momento no lo habíamos sentido.

-¿Qué tipo de juguetes antiguos vende?

-Yo es que soy muy aficionado a los trenes y a los juguetes antiguos, por eso traigo así algún tren de estos especial, empecé a coleccionarlos yo y después a traerlos al comercio: cochecitos, réplicas, soldados etc.

-¿Tiene usted su propia colección de antigüedades?

-Si, sobre todo de juguetes de hojalata, siempre me gustaron mucho y precisamente en esta zona cuando yo era niño había una ferretería que se llamaba Varela y que vendía muchísimo juguete de hojalata, que era el tradicional de aquella época, entonces me llamó la atención eso y decidí traerlos, algo que cada vez es más difícil.

-¿Cuál es el juguete más característico de los que vende?

-El prototipo es el tren, yo incluso hago una cosa que es un recuerdo del comercio antiguo, de época: pongo un tren todas las navidades sobre todo para que lo vean los niños funcionando. Y ese es el juguete más típico, los trenes como había antiguamente, que o bien se les daba cuerda o eran ya eléctricos. Yo pongo en el escaparate un tren eléctrico para que los niños lo vean y disfruten de él y muchas veces también los padres. Eso era muy normal antiguamente, poner en un tren en el escaparate, pero ahora ya nadie lo hace y me parece un buen recuerdo del comercio que hubo en una época.