"La gente ha dejado de leer la lectura simbólica que se esconde tras las imágenes de los cruceiros", apunta Xosé Álvarez en la presentación del número 16 de la revista Cedofeita que tuvo lugar ayer en una sala Sargadelos que se quedó pequeña.

Álvarez, autor del artículo "As imaxes dos cruceiros de Lérez", explica que observar la imagen de los cruceiros sin entender su simbología es como ver el cuadro de La Última Cena y pensar que son un grupo de amigos divirtiéndose.

La figura principal de cualquier cruceiro es la imagen de Cristo crucificado, con la cabeza ligeramente caída hacia la derecha, con barba, tres clavos y con el pie derecho colocado sobre el izquierdo, ambos sobre un soporte.

Sin embargo, la simbología comienza con la orientación, la figura siempre debe estar orientada al camino principal. "Si no ocurre así, es porque su posición original fue cambiada", apunta Álvarez. La posición de las manos de Jesús también guardan un significado. Si éstas permanecen cerradas es señal de omnipotencia, en caso de representarse abiertas muestran misericordia y bendición si tiene los dedos índice y corazón extendidos.

Incluso la cruz esconde un mensaje que no se descifra únicamente observando la imagen. Su representación más habitual es prismática y en forma de rama de árbol. "Se trata de vincular la redención, a través del sacrificio de Cristo, con el pecado original. Dice la leyenda que su cruz estaba construida con madera procedente del árbol de la ciencia que estaba en el paraíso", detalla Álvarez.

La calavera, otra imagen que se repite en numerosas ocasiones, aparece en la mayoría de los casos al pie de la cruz, lo que simboliza el triunfo de la vida sobre la muerte.

Estos conocimientos son el punto de partida para tratar de entender la riqueza simbólica de los 13 cruceiros con los que cuenta la parroquia de Lérez y que, en determinadas circunstancias, se representan acompañados de vírgenes.

Álvarez anima a las nuevas generaciones a que vuelvan a interpretar los mensajes que esconden el patrimonio arquitectónico, una herencia histórica que en ocasiones se encuentra "abandonada o apropiada indebidamente".

Además de esta "guía" para aproximarse a la riqueza arquitectónica de la parroquia, el nuevo número de la revista Cedofeita hace un repaso a los cien años de fútbol en Lérez, recuerda la "furiosa tormenta" de septiembre de 1932 o, simplemente, preserva la memoria histórica y vivencias de los vecinos para que no caigan en el olvido.