El Concello de O Grove ha logrado reducir en más de 3.366 metros cúbicos el consumo de agua en la emblemática playa de A Lanzada, en gran medida gracias a la introducción de acciones de ajuste en el suministro y la sustitución de duchas por lavapiés. Pero el tripartito quiere más, y por este motivo desarrolla una auditoría externa con la que busca una mayor eficiencia en la gestión del suministro y trata de detectar fugas que conlleven un gasto innecesario.

Así lo explicaba ayer el alcalde, el conservador Miguel Ángel Pérez García, quien explicó que el cierre de las duchas en la playa durante el pasado verano "permitió ahorrar 3.366 metros cúbicos de agua solamente en la playa de A Lanzada", lo cual quiere decir que el ahorro es mucho mayor si se analizan los resultados de otros arenales.

Explica el propio regidor que "de un consumo habitual superior a los 6.000 metros cúbicos cada verano se pasó en el de 2011 a 2.784 metros cúbicos, es decir, menos de la mitad".

Se hizo así, cabe recordar, a raíz de las indicaciones del concejal galeguista de Medio Ambiente, Alfredo Bea, quien como miembro del anterior gobierno, y desde junio de 2011 como integrante del ejecutivo que preside Pérez, se propuso aplicar una serie de medidas de ahorro en A Lanzada sin que este arenal perdiera un ápice de calidad y sin que se viera amenazada su Bandera Azul. Fue entonces, cabe recordar, cuando Bea defendió la sustitución de duchas para colocar lavapiés, recordando que la instalación de las primeras no es una medida obligatoria para lucir la enseña de calidad que distingue los servicios de cada arenal. Ahora Miguel Pérez destaca la importancia de la medida, alegando además que los lavapiés prestan "un buen servicio" a los usuarios.

Las duchas podrían volver, pero solo mediante un sistema de pago

La utilización de los lavapiés en las playas mecas de Bandera Azul se ha demostrado una medida tan eficaz como económica, y el Concello de O Grove ha conseguido incluso mejores resultados de los que preveía inicialmente al retirar las duchas.

En cualquier caso, y por si los bañistas prefieren seguir utilizando esas duchas tan características años atrás, el Concello estudia la posibilidad de volver a ponerlas en funcionamiento en A Lanzada y otras playas. Pero eso sí, solo se haría realidad mediante la aplicación de un sistema de pago.

Se estudia esta posibilidad porque en el gobierno dicen ser conscientes de que el de ducha "era un servicio muy usado y valorado en los arenales de nuestro municipio". Pero aún así, "también somos conscientes del perjuicio medioambiental que supone la proliferación de estas duchas", advierte el alcalde grovense.

De este modo, dado que ya no es obligatorio disponer de ellas en la playas de Bandera Azul, sino todo lo contrario, ya que ahora se prima más la preservación medioambiental, el Concello de O Grove decidió aplicar lo que considera "una medida sostenible", como fue el cierre de las duchas y la apuesta por los lavapiés. "Y debemos decir que el resultado no puede haber sido mejor, tal y como demuestran los datos que recogen la considerable reducción del consumo de agua en A Lanzada", indica Miguel Ángel Pérez.