Caldas y Moraña "reafirman su antigua alianza" con la puesta en marcha de la PO-221, un vial de más de 4 kilómetros de longitud que cuenta con trazado nuevo en un 40 por ciento y que fue inaugurado ayer por el presidente de la Xunta. Alberto Núñez Feijóo, destacó que esta infraestructura acerca a los vecinos de estos dos municipios y que además supone el final de la modernización del "eje transversal" de 30 kilómetros entre las carreteras N-640 (Vilagarcía-Monterroso) y N-541 (Pontevedra-Ourense). Además, aseguró ante las decenas de vecinos que se congregaron en el lugar de Corrigatos para el acto de inauguración que se estudiarían las reivindicaciones que exigen como más giros a izquierda y derecha y menor velocidad.

La apertura al tráfico de la carretera se produjo inmediatamente después del acto de estreno. De modo que después de algo más de un año y medio de obras y casi dos desde su adjudicación, este proyecto heredado del bipartido autonómico está ya completamente terminado. Una actuación que ayer se presentó como "muy demandada por los vecinos" y que supuso una inversión que supera los 7 millones de euros.

Los prácticamente 4.000 metros de longitud discurren tanto por el trazado antiguo (ensanchado y acondicionado a lo largo de 2.600 metros) como por un itinerarios completamente nuevo (1.376 metros) que liberta el paso de vehículos de los núcleos de población. Las tareas, que han supuesto la excavación de 140.000 metros cúbicos de tierra, también ha incluido la construcción de dos viaductos, así como de la gran glorieta donde se une este vial con el de Porráns a Cuntis (PO-225). En este punto, además, se ha incluido un acceso directo a la aldea de Corrigatos.

La puesta en servicio beneficiará directamente a la población de 15.000 vecinos que suman los dos concellos que une. Pero desde la Xunta inciden en que esta infraestructura se reafirmará como un nuevo modo de comunicación en el interior de la provincia debido a que forma parte de un itinerario directo entre dos carreteras nacionales. "Es un día de satisfacción, abrimos una infraestructura con los máximos parámetros de seguridad", recalcó el presidente autonómico ante un auditorio entre los que se encontraban la mayor parte de alcaldes y concejales de la comarca, así como diputados y otros cargos del Partido Popular.

Sobre el escenario le acompañaban entre otros, además del regidor de Caldas, Juan Manuel Rey, y la de Moraña, Luisa Piñeiro, el presidente de la Diputación; Rafael Louzán; el delegado de la Xunta en Pontevedra, José Manuel Cores Tourís y el conselleiro de Medio Ambiente, Territorio e Infraestruturas, Agustín Hernández. Ante todos ellos, vecinos y afectados por las obras, se comprometió a analizar las últimas demandas de los que son lo potenciales usuarios de la carretera. Entre ellos figuran que se rebaje la velocidad máxima en algunos tramos, así como que se habiliten nuevas zonas para hacer giros. "Lo analizaremos, pero siempre conforme a la ley", se limitó a decir.

Por su parte, la alcaldesa hizo alusión a la elevada utilidad que va a tener esta remozada carretera. "Para muchos de nosotros es raro el día que no hay que desplazarse a Caldas", apuntó, agradeciendo la "colaboración de los vecinos" a la hora de facilitar los terrenos y llegar a acuerdos para realizar las obras. Por otro lado, se indicó que el aspecto actual que presenta la infraestructura se verá mejorado con el cambio de meteorología. "El proyecto incluye una restauración paisajística que aún no germinó por la ausencia de lluvias", comentaron desde la dirección de la obra.

La Xunta ratifica el Plan Umia y promete suelo industrial

Después de explicar que la mejora de la PO-221, Núñez Feijóo ha valorado "otros deberes y compromisos" del Gobierno gallego con la comarca. Al respecto, se ha referido a la planta de Clesa, con un proyecto "solvente" liderado por Feiraco, y al "compromiso" del Ejecutivo en materia de suelo industrial, con un plan para esta área en el municipio caldense. En lo referente a lo primero recordó que son 4, 5 millones de euros los que se aportan desde la arcas autonómicas para favorecer la operación. En cuanto a lo segundo, avanzó que el plan estratégico de polígonos empresariales incluye una superficie para la comarca en el municipio caldense.

También ha afirmado que la Administración autonómica "continuará desarrollando" el Plan Umia, valorado en 21 millones de euros. "Ya estamos ejecutando la mitad de las obras". Según Feijóo, los ciudadanos piden administrar, priorizar y decidir: "Y en esta comarca estamos trabajando para ello", ha finalizado.

Frigoríficos Devesa y los padres de O Saiar piden ayuda

En el acto de inauguración también estuvo una representación de los padres de alumnos del centro ocupaciones de Saiar. El colectivo, que protesta contra la introducción del copago en el centro, se manifestó de forma silenciosa con una pancarta. Luego su presidenta, Fátima Fernández, conversó con el presidente de la Xunta, que se comprometió con ella a una futura reunión entre este colectivo y la conselleira de Trabajo e Benestar Social, Beatriz Mato.

Asimismo, uno de los propietarios de Frigoríficos Devesa, la empresa arrasada por las llamas en Caldas el pasado febrero, le expuso al mandatario la complicada situación que afecta a esta firma y otra del grupo. "Nos dijo que nos ayudaría", manifestó el empresario tras entrevistarse con Feijóo.