Un año más, la ciudad de Pontevedra seguirá sin transporte público urbano propiamente dicho, pese a que es una de las principales demandas ciudadanas. Aunque por el casco urbano discurren varias lineas de autobuses que podrían integrarse en esa función, el retraso del Plan Metropolitano que anuncia la Xunta desde hace años pero que nunca llega a cuajar y la negativa del Concello a encabezar ese proceso alegando su "nula rentabilidad", presentan poco viable su implantación. En todo caso, el Plan de Movilidad y Tráfico que se debate desde hace unas semanas en el seno de la corporación municipal si lanza una propuesta de actuación, a medio y largo plazo, eso sí, que detalla la necesidad de coordinar las lineas existentes y, sobre todo, aprovechar las concesiones con mayor demanda y uso social, esto es, las de Monte Porreiro, Montecelo y, en menor medida, Lérez.

En una de las recientes reuniones del concejal de Mobilidade, Luis Bará, con colectivos de la ciudad para exponer el Plan de Tráfico, el edil recordó, ante las sugerencias de los asistentes para crear una red de autobuses públicos en la ciudad, que actualmente cruzan la ciudad unas quince concesiones públicas, que caducaban en el periodo 2011-2014 aproximadamente, pero la decisión de la Xunta de prorrogar esas autorizaciones hasta el año 2024 de media "ha impedido poner en marcha un plan de coordinación". Bará reprochó a la Xunta que "en lugar de rescatar esas concesiones y sacarlas de nuevo a concurso" con un nuevo diseño de toda la red urbana, "se optó por una prórroga, de modo que si el Concello quisiera hacer una línea propia, tendría que solicitar la concesión a la Xunta, por si entra en colisión con los servicios ya existentes", lo que probablemente frenaría el proyecto.

Pese a todo, el Plan de Tráfico elaborado por la empresa Pettra y que después "pulió" el gobierno local, mantiene la necesidad de crear esta red de transporte público. Así, incorpora un capítulo dedicado a la "coordinación de las lineas de transporte público autonómicas de carácter urbano", donde se pone de manifiesto que "el actual esquema concesional del transporte público en el entorno de Pontevedra depende de forma efectiva de la Xunta, al establecerse desde el ámbito interurbano, aunque alguno de los principales servicios tengan un marcado carácter urbano: ejemplo, el de Monte Porreiro".

Añade que "este factor condiciona las posibles soluciones o programas sobre el transporte público porque siendo parcialmente urbanos los recorridos implantados, la propia configuración de las concesiones, de carácter interurbano, impide su correcta coordinación".

Es aquí donde se apuesta por la "reestructuración y coordinación efectiva" de las lineas más urbanas, con la necesidad añadida de "modificar y agrupar su recorrido, en la actualidad bajo diferentes concesiones autonómicas a distintas empresas. Esta coordinación -añade el Plan- parece necesaria para prestar servicios urbanos con una cierta garantía de rentabilidad social".

Por ello, la base es "reconfigurar los títulos concesionales, reagrupando gran parte de las concesiones actuales" en un proceso en el que podría desempeñar un papel interesante el Concello de Marín". En todo caso, a juicio de Pettra, las concesiones a Monte Porreiro, Montecelo y Lérez, por sus características urbanas, podrían conformar el núcleo de este servicio, atendiendo a los nudos urbanos que atraen demanda: Complejo Administrativo de Campolongo, estaciones, Hospital y Montecelo, juzgados, Monte Porreiro y campus".

El Plan de Tráfico deja claro que "sin dicha coordinación, la mejora del resto de factores no satisfará de forma plena la demanda urbana, ya que las actuales lineas están pensadas para satisfacer una demanda interurbana y por tanto no responden con carácter universal a la demanda municipal".