Una cita de representantes políticos en el punto kilométrico 0,780 (entre el túnel de Montealegre y el viaducto da Moura, en Domaio), programada para hoy a mediodía y a la que tienen previsto asistir los alcaldes y la directora xeral de Infraestructuras, Ethel Vázquez, marcará el inicio oficial de las obras de mejora de la seguridad en el Corredor do Morrazo, cuyo objetivo prioritario es separar físicamente ambos sentidos de circulación y disminuir la posibilidad de colisiones frontales por invasión del carril contrario. Los trabajos obligarán a realizar restricciones parciales del tráfico en los puntos donde se actúe, y hoy quedará afectado el único carril de vehículos lentos, partiendo desde Rande. La Xunta ha hecho un llamamiento a los usuarios para que "extremen a prudencia" con el fin de garantizar su propia seguridad y la de los operarios que estarán colocando las barreras rígidas de hormigón (tres kilómetros en total, en los tramos con carril lento o próximos a los enlaces, donde el ancho de la vía lo permite) y las balizas cilíndricas flexibles, que se situarán en el resto del trazado, cada 50 metros, en el eje del vial hasta el enlace con Bueu.

Se trata de medidas paliativas, según reconoce la Administración, mientras no se acomete la conversión en autovía. En el tramo elegido para iniciar las obras de instalación de barreras rígidas existen tres carriles de circulación, dos de ellos en sentido ascendente, por lo que hoy se cortará el carril adicional de adelantamiento en ese trecho. Posteriormente se instalarán las barreras de hormigón en los tramos de los enlaces de Domaio, Meira-Marín, Moaña y Cangas, lo que obligará a desviar el tráfico a través de los ramales, según comunicó la Consellería de Medio Ambiente e Infraestructuras.

Los trabajos modificarán el reparto del ancho actual en los puntos donde se actúa. Los carriles de circulación se reducirán de 3,50 a 3,10 metros, y los arcenes pasarán de 2,50 a 2,20 para reservar los 1,40 metros donde ubicar la barrera.

La implantación de medidas físicas y visuales para separar los dos sentidos de circulación del Corredor de O Morrazo tendrá un coste aproximado de 200.000 euros, según la Xunta. Cuando fue aprobada la inversión, en el mes de diciembre, el presidente Alberto Núñez Feijóo aseguró que serviría para mejorar la seguridad vial a la espera de "desbloquear" el desdoblamiento del Corredor.