Califican la propuesta de incongruente y cicatera y, por supuesto, la rechazan. Los trabajadores de Factoría Naval de Marín se oponen al expediente de regulación de empleo (ERE) extintivo que plantea el astillero para poner en la calle (despedir) de manera inmediata a 35 de los 62 empleados que conforman su ya mermada plantilla.

El comité se reunirá hoy con la dirección para conocer más detalles de una propuesta que no les gusta ni por los despidos, que justifica por causas económicas y productivas, ni por las indemnizaciones que pone sobre la mesa: 20 días por año trabajado, el mínimo legal que cubre el Fogasa (Fondo de Garantía Salarial). Tras este encuentro se decidirá si se abre una negociación para intentar mejorar las condiciones del ERE, que en principio rechazan, o se opta por responder con otro tipo de medidas.

Los trabajadores, ya escaldados por la situación de incertidumbre y tensión laboral que viven desde hace más de un año y medio, cuestionan abiertamente las intenciones anunciadas por Factoría "de volver a sus orígenes", es decir, centrarse en las reparaciones de buques y aparcar la construcción naval.

Durante el 2011, recuerdan desde el comité, el astillero perdió "deliberadamente" trabajos de reparación por valor de 6,5 millones de euros lo que habría reportado a la empresa unos beneficios que podrían haber oscilado entre los 1,2 y 1,5 millones. Factoría Naval había justificado esta "renuncia" por el hecho de que había que corregir ciertas deficiencias de las instalaciones y equipamientos para obtener el certificado de calidad preciso para operar.

Con estos antecedentes, añaden fuentes del comité, y "sin la contratación de un comercial que intente repescar a los armadores dejados el pasado año en la estacada nos cuesta creer que realmente se quiera trabajar en el campo de las reparaciones".

Reincorporación

Se da la circunstancia de que la plantilla de Factoría Naval finaliza el próximo viernes, 13 de enero, su segundo ERE temporal, lo que implica que, tras el fin de semana, el lunes 16 se reintegrarán a su centro de trabajo y ese día los 62 trabajadores estarán cumpliendo su horario laboral de brazos cruzados ya que no tienen nada que hacer.

La dirección del astillero pretendía encadenar con el ERE que está a punto de finalizar una tercera regulación de empleo de seis meses, lo que fue informado "desfavorablemente" por por la Consellería de Traballo y rechazado por la propia plantilla que instaba la disyuntiva "trabajo o liquidación" ya que empezarían a computar la prestación del paro.