Hacía años que la aldea de Río Mouro pequeno, en la subida a la Escusa, no registraba tanta actividad. Los dos únicos habitantes que descartaron mudarse a otra zona del municipio y todavía resisten en su casa, conviven desde hace meses con los obreros encargados de la rehabilitación de hasta cinco viviendas, impulsada por un empresario de Poio que vio un negocio entre sus piedras.

La idea de convertir la pequeña colonia en una aldea turística echó a andar hace ahora cuatro años, cuando el constructor adquirió las cinco primeras casas que, de cumplirse las previsiones, abrirán al público a lo largo de 2012.

La rehabilitación, que finalizó ya en uno de los inmuebles y afectará a otras edificaciones como un hórreo, se extenderá también a vivienda habitada "porque aunque estamos aún en tratos para comprarla, se les va a arreglar también", apuntó el empresario, que prefiere mantenerse en el anonimato.

El resultado del lavado de cara a la aldea será, explica ilusionado, un complejo compuesto por cinco viviendas donde habrá desde un restaurante a un salón para celebrar grandes eventos.

La aldea servirá además para descubrir al visitante el monte en el que se asienta. Se integrará en la naturaleza que la rodea gracias a una granja "con animales domésticos para que la puedan visitar los colegios" y a las rutas en bicicleta o a caballo que se organizarán para conocer los alrededores.