Un joven de 105 años

Rodeado de su familia, el vecino de Pontevedra Castor Álvarez celebró ayer que ha cumplido con salud 105 años. Nació en Castrelo de Miño en el arranque del siglo XX, que ha podido despedir y por el que ha transitado con su carácter activo y frugal.

¿Cuál es el secreto para llegar a centenario? Castor Álvarez lo tiene claro: "Buena comida y trabajo", explica divertido momentos antes del almuerzo que le organizó su familia para conmemorar tan excepcional cumpleaños.

Sus familiares explican que "tiene algunos problemillas de oído y es tal vez menos activo que hace unos años", pero con todo sus vecinos no salen de su asombro cuando lo ven haciendo los recados cotidianos, paseando al perro "o leyendo el periódico sin gafas, que es algo que nos impresiona", explica uno de los residentes del edificio en el que vive Castor Álvarez con su familia.

Como buen nativo de O Ribeiro, Castor Álvarez degustó cada día de su vida una copita de aguardiente. También es amante de la buena mesa, aunque frugal y siempre tuvo un carácter activo y trabajador.

Su familia lo obligó a dejar de conducir la moto en la que se desplazaba a diario "cuando ya tenía los noventa" (explica sonriente una de sus allegadas) y recibió una buena bronca de su amoroso entorno el día en que lo encontraron, casi con cien años, subido a una escalera y con la firme idea de ir a podar.

Son algunas de las anécdotas que recuerdan sus familiares a propósito de un hombre que también apostó siempre por una vida muy activa: "Trabajó toda su vida y en esos últimos años", explica uno de sus familiares, "que nadie piense que se ha apoltronado y que está inactivo, sino que habitualmente ha venido haciendo los recados y ayudando a su familia como cualquier otro miembro".

Lo corroboran sus vecinos, que indican que "lo hemos visto estos últimos años decenas de veces haciendo trabajos o sacando al perro".

Y en premio a una vida de trabajo y buena mesa, Castor Álvarez ingresó ayer en el selecto club de los jóvenes que han cumplido 105 años.