La noticia del hundimiento del pesquero "Iria Flavia" en el Índico durante la madrugada el pasado domingo llegó a la parroquia de Samieira, donde reside el jefe de máquinas del atunero, Antonio Cochón, a través de su propia voz.

"Me enteré por mi marido, que me llamó para tranquilizarnos", explica Rosa Aguín, que recibió las primeras noticias de boca de su pareja, aún con el miedo en el cuerpo, pero ya a salvo a bordo del buque "Ortube Berria" que rescató a la tripulación.

"Era la primera vez que faenaba en el Índico y también la primera que le pasa algo así y estábamos asustados, pero él, los demás de la tripulación y las mujeres" del resto de navegantes.

Según el relato de Cochón a su esposa el buque, con bandera de las islas Seychelles, "se hundió por la fuga de agua" que apareció de madrugada y los marineros no lograron subsanar.

El jefe de máquinas y sus otros diez compañeros, dos marineros vascos, otros seis africanos y dos agentes de seguridad madrileños, todos ilesos, viajan desde el archipiélago de las Comores, de "donde los rescató el barco que estaba más cerca", hacia Madagascar.

La armadora vasca Albacora explicó que los marineros fueron rescatados cuando ya estaban en las balsas, 90 minutos después de que se lanzase el aviso de socorro, por otro de sus buques, el "Ortube Berria".

El regreso de Cochón se producirá con varios días de antelación, "supongo que el fin de semana estará ya en casa", adelantó Rosa recordando que "quedaban ya pocos días, volvía a finales de este mes" . La campaña del atunero en aguas africanas había comenzado el pasado 20 de enero.

A sus 51 años, el jefe de máquinas del Iria Flavia, natural de la parroquia de San Xoán, tiene a sus espaldas una dilatada experiencia por los mares de medio mundo.

"Lleva embarcado desde que tenía 16 años, casi toda su vida, y siempre estuvo fuera", reconoce su mujer que desgrana, de corrido, los numerosos países donde recaló Cochón a bordo de un barco. "Estuvo navegando en Canadá y también bastante por la zona de África, donde anduvo por Angola, Sudáfrica y mucho por Senegal".

A pesar del contratiempo sufrido hace unos días, Rosa Aguín sostiene que su marido, muy conocido entre los vecinos de la localidad, volverá a su trabajo tras tomarse un merecido descanso. "Esta no va a ser su última campaña, hasta que se jubile que si Dios quiere será a los 55 años y ya le quedan solo cuatro, no va a dejar la mar", explicó.

Inspección

Tras el hundimiento del "Iria Flavia", que trabajaba para la flota de la armadora en la zona, un portavoz de Albacora señaló que el buque, que era "veterano pero estaba bastante bien" .

El barco había pasado, antes de comenzar la que sería su última campaña, las pertinentes inspecciones de seguridad. "Estaba clasificado y aprobado por la Bureau Veritas y la última inspección se llevó a cabo en enero, antes de salir", explicó Ricardo García.