Muchos pontevedreses que acudieron ayer al cementerio municipal con motivo del día de Todos los Santos comprobaron como al cruceiro ubicado en la cercana capilla de San Mauro había sido "decapitado". Varias de las piezas que conforman la parte superior de este elemento –el collarín, el capitel y la cruz– habían desaparecido.

Al parecer, los vecinos de la zona echan en falta esta parte del cruceiro desde el pasado fin de semana, aunque se desconoce si la causa es un robo o que alguien la retiró después de golpear el fuste del cruceiro con un coche. En cualquier caso, la pieza está protegida por unas barras de hierro para evitar este tipo de impactos que antes se producían con frecuencia.

El cruceiro de San Mauro, así como la capilla, son dos elementos protegidos por su valor etnográfico y cultural. De hecho, ambos figuran en un catálogo de edificaciones y elementos a conservar aprobado por el Concello de Pontevedra en 1994.

En los últimos años ha proliferado el robo de este tipo de elementos arquitectónicos y piezas religiosas en la comunidad autónoma. Así lo puso de manifiesto el fiscal superior de Galicia durante unas jornadas sobre patrimonio cultural que se celebraron este año en Baiona, siendo los cruceiros algunas de las piezas más codiciadas.