El gobierno local volverá a congelar la totalidad de tasas e impuestos para 2011. Así lo manifestó ayer el concejal de Urbanismo y Facenda, Xulio Barreiro, quien destacó que la situación de crisis económica ha llevado al Concello a mantener las mismas tarifas que en 2008, puesto que durante los dos últimos ejercicios los importes también permanecieron invariables. Barreiro Lubián subrayó que tanto los gastos derivados del abastecimiento de agua como de saneamiento se incrementan un 0,8 y un 3% respectivamente, unas subidas que asumirá la Administración local.

"Se se repercutiran estas subas nas facturas dos veciños podían supoñer un incremento dun euro. É un incremento que non supón unha cantidade importante para as arcas municipais e trátase dunha cuestión simbólica. Vendo que o 2011 será outro ano complicado decidimos volver a conxelar os importes", manifestó el concejal.

De esta manera, las tarifas para el usuario alcanzará en el caso del saneamiento doméstico una tarifa de 19,71 euros por trimestres, mientras que la factura del agua dependerá de los consumos. Así, para un consumo comprendido entre los 0 y los 30 metros cúbicos por trimestre, que es la cantidad media que se calcula para una vivienda con cuatro personas, la tarifa será de 22,8 céntimos por metro cúbico. Asimismo el alta de la cometida del agua seguirá costando 134, 28 euros.

El responsable de esta área municipal destacó que también la recogida de basura y el tratamiento mantendrán los mismos importes, de tal manera que cada vecino deberá abonar 12,06 euros por trimestre por la recogida y 14,74 por tratamiento, lo que supone una tarifa anual de 104 euros.

"O resto das taxas, entre as que se atopan o IBI, o imposto de circulación, viñetas de vehículos, vados, taxas de urbanismo e cemiterios ou o imposto de actividades económicas xa non se actualizaron nos últimos exercicios e continuarán así", manifestó el edil.

Pagos pendientes

Por otro lado, la comisión de Hacienda celebrada en la mañana de ayer abordó un informe realizado por intervención en el que se recogen las facturas pendientes de pago del Concello de Poio. De esta manera, el concejal manifestó que la recién aprobada Ley de Morosidad, que establece un plazo máximo de 90 días para el pago de las facturas, requiere la elaboración de un documento en el que se recojan los importes que superen este período sin haber sido abonados y aquellos otros en los que hayan transcurrido 55 días desde la fecha de entrada en el registro del Concello y que tampoco hayan sido pagados.

Fuentes municipales explicaron al respecto que el Concello de Poio tiene siete facturas por valor de 60.000 euros pendientes de pago desde hace más de 90 días. "A lei non é aplicable a estas facturas porque son previas a súa aprobación. De todos xeitos non se tiñan abonado porque non había consignación presupostaria. No último pleno aprobouse o crédito necesario, polo que só están pendentes de tramitación", destacaron.

Por otro lado, existen otras diez facturas por valor de 90.000 euros que superan el período de 55 días y que por lo tanto, todavía están dentro del plazo establecido por la nueva normativa.