La Subdelegación del Gobierno engrasa la maquinaria para activar estos días la denominada "Operación Verano", un refuerzo del dispositivo policial y de seguridad en la provincia con motivo de la llegada de la época estival y que centrará sus esfuerzos en las zonas turísticas de la provincia, especialmente en toda la franja costera y sobre todo en puntos de gran recepción de visitantes como Baiona y Sanxenxo.

Así lo explicó ayer el subdelegado del Gobierno, Delfín Fernández Álvarez, quien señaló que los 2.500 efectivos que integran las fuerzas de seguridad en la provincia realizarán el "máximo esfuerzo" para garantizar la seguridad durante los próximos dos meses.

Las plantillas de Guardia Civil y Policía Nacional se verán ampliadas, además, con 112 y 134 efectivos adicionales respectivamente. La mayoría de estos refuerzos serán agentes que completarán su periodo de formación, no obstante la Guardia Civil también recibirá expertos en desactivación de explosivos, agentes de la policía judicial, de las brigadas de información y 20 efectivos del Seprona.

Y es que la labor policial se librará en diversos frentes: la seguridad ciudadana, la seguridad vial, la lucha contra la violencia de género y los incendios.

En el primer apartado, Fernández Álvarez realizó un pequeño balance de la evolución de la criminalidad en la provincia en lo que va de año y destacó que se aprecia un ligero descenso en las cifras con respecto al pasado ejercicio. Continúa bajando la tasa de delitos y faltas por habitante y la caída es significativa en los delitos contra el patrimonio. Asimismo, creció la eficacia en la respuesta policial.

Sin embargo, alertó de que siguen al alza los delitos de tráfico, lo cual "preocupa" especialmente ante la llegada de un periodo vacacional en el que las fiestas gastronómicas y el tiempo de ocio se multiplica y con ello el consumo de alcohol. Añadió que es en los trayectos cortos ya en destino en los que hay que mantener la prudencia. A esto hay que sumar que crecen las denuncias por la no utilización del cinturón de seguridad, el uso del móvil y la velocidad excesiva.

Un total de 253 efectivos de la Guardia Civil de Tráfico velarán por la seguridad en las carreteras con especial atención a las operaciones de salida y entrada a principios y a finales de los meses de julio y agosto, así como los días 15 de cada mes. Fernández Álvarez también solicitó un esfuerzo a las policías locales que tienen transferidas las competencias en materia de Tráfico para que intensifiquen la presencia de los agentes en los viales urbanos durante estos meses veraniegos, sobre todo en los concellos de mayor afluencia turística.