El conflicto familiar que enfrenta a Manuel Carabelos Farto y a su esposa e hijos se enquista ya que un sobrino suyo, Isidoro Carabelos Mouco, y él mismo los acusan haberles agredido, además de amenazarles y causar daños en su vehículo.

Cabe recordar que el conflicto saltó a la luz pública cuando un juzgado de Pontevedra ordenó el desalojo de una vivienda de O Castelo, en Lérez, en donde residía la familia de uno de los hijos de Manuel Carabelos para que pasara a ocuparla él durante seis meses en usufructo, cumpliendo así lo que establecía la sentencia por separación de su mujer, que también tuvo que abandonar el domicilio.

Los cinco hijos de Manuel Carabelos se unieron entonces ante lo que ellos consideran una "injusticia" ya que, aseguran, esta persona no sólo está condenada por maltratar a su esposa –sentencia que está recurrida– sino que la vivienda sujeta a usufructo es el bajo del inmueble de O Castelo y no todo el edificio.

Mientras intentan que el juez modifique su decisión, los hijos de Manuel Carabelos iniciaron una serie de manifestaciones que contaron con el apoyo de vecinos de Lérez y que terminaban ante la casa de O Castelo. La última movilización se produjo el pasado domingo y en ella participaron cerca de un centenar de vecinos de Lérez al grito de "non queremos maltratadores no noso pobo".

Ayer, sobrinos de Manuel Carabelos Farto salieron en su defensa con el objetivo de "que salga la realidad de todo este asunto", y dar a conocer "las amenazas y coacciones que sufre" su tío. Es más, Isidoro Carabelos, sobrino de Manuel, denunció ante la Comisaría que él y su tío fueron víctimas de una agresión física el pasado domingo, poco después de la manifestación.

Isidoro Carabelos asegura que ya el sábado las ruedas del coche de su tío "habían sido rajadas". El mismo día en el que se producía el sepelio de la hermana de Manuel de tal forma que los familiares recriminaron a sus primos que hubieran llevado a cabo igualmente la manifestación: "Estos humanos sin corazón atacan a Manuel sin respetar el duelo de una muerte, tampoco respetan la ley de un juez que dicta que Manuel puede disfrutar de su hogar, de su intimidad".

Asegura Isidoro Carabelos que el domingo, para evitar cualquier conflicto con los manifestantes, fue a recoger a Manuel un poco más tarde cuando la concentración había terminado. Cuando salía de la vivienda de O Castelo con su tío afirma que aparecieron sus tres primos varones en un coche, les cortaron el paso y bajaron. "Mientras uno de ellos pinchaba las cuatro ruedas con un punzón los otros dos, sin mediar palabra, comenzaron a pegarme patadas y puñetazos por todo el cuerpo". Asegura que recibió "una paliza" y que su tío también fue agredido "cuando intentó defenderme". Luego acudieron al centro de salud de A Parda en donde fueron atendidos. El parte de lesiones que les fue entregado refleja que Isidoro sufría policontusiones y hematomas, además de dolor cervical y en la muñeca. El informe médico lo aportaron en Comisaría cuando más tarde presentaron denuncia por una supuesta falta de lesiones contra dos de los hijos de Manuel y por daños a un tercero. Asegura que en el transcurso del incidente uno de ellos le llegó a decir "como vuelvas por aquí tengo una escopeta y dos cartuchos preparados para ti". Añade que las cerraduras de la casa de O Castelo fueron saboteadas.

Desde la Policía Nacional confirmaron la existencia de la denuncia y que el domingo fueron alertados de la supuesta agresión por los denunciantes, aunque cuando llegaron al lugar de los hechos tan sólo se encontraron a las supuestas víctimas y una tercera persona que identificaron como posible testigo. La denuncia la trasladarán al juzgado que será quien deberá resolver a través de un juicio de faltas.