El gobierno local no eliminará ninguno de los badenes (pasos de peatones elevados sobre el nivel de la calzada y destinados a "calmar" el tráfico y facilitar el cruce a los peatones) instalados en los últimos años en numerosas calles del casco urbano, desde Fernández Ladreda hasta la avenida del Uruguay y Alexandre Bóveda, y tiene programada la instalación de más elementos de este tipo en otros viales de la ciudad "porque constituyen una medida eficaz para reducir la velocidad y evitar accidentes". Así lo dejó claro ayer el concejal de Infraestructuras, César Mosquera, a raíz de la Instrucción Técnica que acaba de dictar el Ministerio de Fomento para "la instalación de reductores de velocidad y bandas transversales de alerta" en las carreteras.

Estas normas establecen las condiciones técnicas que deben cumplir estos badenes en cuento a altura, longitud y materiales. Algunos de los "lombos" instalados en el casco urbano de Pontevedra no se ajustan a esas exigencias, ya que superan las alturas fijadas por el ministerio o sus rampas de acceso o salida son demasiado empinadas, pero el concello no parece dispuesto a rectificar esos posibles errores al considerar que estos elementos cumplen su función.

Sólo para Fomento

Pero la razón fundamental para desoír al ministerio es que "estas normas de Fomento sólo son de obligado cumplimiento en la red de carreteras del Estado", es decir, las que son de titularidad exclusiva del ministerio, por lo que no son aplicables a los viales municipales o de la Diputación. Al respecto, la orden apunta que su ámbito de aplicación serán los "proyectos de carreteras que formen parta de la red del Estado". Así, Mosquera insistía ayer en que estas condiciones "no tienen ninguna incidencia".

Uno de los casos más llamativos en cuanto a la altura de estos "lombos" y su abundancia a lo largo de la calzada se produce en Fernández Ladreda y en la perpendicular de Alfonso X el Sabio. Se da la circunstancia de que Fernández Ladreda formaba parte de las carreteras del Estado hasta el pasado 8 de enero de 2008, pero ese día fue transferida al concello (junto con la avenida da Estación y la de Vigo hasta O_Pino), con lo que ya no están sujetas a esa Instrucción Técnica, que entró en vigor el pasado 29 de octubre, al ser publicada en el Boletín Oficial del Estado.

Posibles cambios

En todo caso, Mosquera admitió ayer que algunos de badenes de la ciudad podrían ser "rebajados" al admitir que no se ejecutaron de forma correcta. Ese es el caso, precisamente de Fernández Ladreda, donde cabe la posibilidad de que se suavicen los obstáculos con un nuevo asfaltado. Pero también advierte de que en otras calles no sólo no se rebajarán sino que incluso se elevará su nivel al estimar que con la disposición actual no se cumple su objetivo de reducir la velocidad.

Entre las calles donde sí habrá nuevos "lombos" está la de Eduardo Blanco Amor, cuyo carril de bajada hacia la ciudad quedó cerrado en la tarde de ayer para completar su reforma, vinculada a la urbanización del antiguo cuartel de Campolongo. Durante un mes permanecerá cortada parcialmente la circulación, que se debe desviar por Luis Braille y Alfonso X el Sabio. El tráfico de subida, hacia el centro comercial de San Blas y demás puntos de Salcedo y Figueirido, se mantiene abierto. Con estas obras, además de instalar las aceras más próximas a la nueva urbanización, se pavimentará toda la zona, con la adición de algún badén más (ya existe uno) y la ejecución de una rotonda en el arranque del camino das Estrigueiras.