Deporte, música, juegos tradicionales y sabrosas degustaciones fueron algunas de las propuestas de la concurrida romería que celebró ayer el barrio de Santa María para festejar el día de la Asunción de la Virgen, una jornada de la que disfrutó especialmente un público familiar.

Así, si el Campillo había sido escenario sólo unas horas antes del gran botellón que celebraron los jóvenes en la "noche de peñas", ayer recibió a las familias que tomaron parte en distintas actividades de tiempo libre y religiosas.

La jornada arrancó con el Maratón Popular de Santa María, en la que tomaron parte numerosos atletas que recorrieron la ciudad.

La prueba deportiva dio paso a los diferentes actos religiosos organizados por la parroquia y en los que también colaboró el Concello.

El momento de mayor afluencia se produjo coincidiendo con la procesión en honor a la Virgen, un desfile en el que también participó la Banda de Salcedo y un grupo de gaiteiros.

La tradicional procesión puso el broche de oro a los distintos actos religiosos que conmemoraron la Asunción.

Finalizadas las celebraciones religiosas, los asistentes se trasladaron hasta los puestos de pulpo, quesos, rosquillas y otros productos tradicionales gallegos.

El alcalde, Miguel Fernández Lores, fue uno de los pontevedreses que se acercaron hasta la romería, en la que el concello también estuvo representado por la edil de Fiestas y los tres concejales del Partido Popular que tomaron parte en la procesión.

La romería también ofreció un amplio abanico de juegos tradicionales. Éstos ya dieron comienzo de mañana y convocaron a numerosos niños. Muchos de ellos estuvieron acompañados por sus padres, que también se animaron a competir en las carreras de sacos o a calzarse unos zancos.