La herencia de don José es para la Xunta

La Comunidad Autónoma de Galicia se convierte en la destinataria de casas, fincas y once cuentas bancarias de un vecino de Amoeiro que falleció sin querer hacer testamento

Concello de Amoeiro,  uno de las administraciones donde se hizo búsqueda de herederos

Concello de Amoeiro, uno de las administraciones donde se hizo búsqueda de herederos / Iñaki Osorio

Morirse sin haber querido otorgar previamente testamento suele dejar como beneficiario al heredero menos pensado. En este caso la suculenta herencia de José Álvarez Bóveda, fallecido en 2013, va a ser para la Comunidad Autónoma de Galicia. Don José dejó un, al parecer, nada desdeñable patrimonio en fincas rústicas y urbanas en su pueblo, lo de más valor, así como cientos de miles de euros que, al parecer, atesoraba en 11 cuentas bancarias, de las que también hará buen recaudo –respetando todos los pasos legales– la dirección de Patrimonio de la Consellería de Hacienda. Todos los parientes vivos que aparecieron lo eran al menos en quinto grado y no tenían derecho a recibir esta suculenta herencia.

José Álvarez Bóveda vivía en Amoeiro, tras pasar 40 años en la emigración. A su regreso, se trajo al parecer unos importantes ahorros. No se casó ni tuvo hijos y falleció el 22 de mayo de 2013 abintestato, lo que se conoce jurídicamente como sin dejar testamento.

La Xunta acordó, en marzo de 2023, abrir un procedimiento administrativo para declarar a la Comunidad de Autónoma de Galicia como heredera por no figurar testamento del fallecido.

Cierto que la Administración gallega respetó todo el procedimiento legal que prevé la ley en estos casos, pero al parecer todos los posibles familiares vivos del fallecido lo eran como mínimo en quinto grado y no pudieron reclamar nada de lo que dejó el finado.

El resultado se hizo oficial ayer, entre otros foros, en el tablón de anuncios del Concello de Ourense, que publicó el edicto con la resolución de la Secretaría Xeral Técnica de Patrimonio de la Xunta, donde se declara que lo que dejó este vecino de Amoeiro, no va para ningún familiar ni para su cuidadora, sino para la Comunidad Autónoma de Galicia. Un heredero, a lo grande.

En este edicto público se relata de forma pormenorizada cómo se realizó todo el proceso de exposición al público, búsqueda de documentos que acreditaban el fallecimiento y de propiedades en catastro y otros registros públicos

Lo que se lleva la Xunta

La lista que aparece muestra que el fallecido dejó una vivienda en Seixo, en la parroquia de Bóveda en Amoeiro, 429 metros cuadrados, “sobre el que hay una vivienda de bajo y planta con pórtico y dos almacenes”. Un segundo bien inmueble en Seixo y un tercero en Arruxo. También aparecen en el relato de bienes con los que dio la Xunta en su “pesquisa”, 8 referencias catastrales de otros tantos bienes inmuebles rústicos del fallecido en Amoeiro y Ribadavia y, lo más llamativo. Todo ello no es lo de mayor valor, sino los los 11 contratos y otros efectos bancarios.

Ahí, según fuentes familiares, consultadas por el alcalde de Amoeiro, podría estar una importante suma de dinero de en torno a 500.000 euros que pasan también a la Comunidad Autónoma de Galicia.

En concreto Facenda da el número de dos cuentas de ahorro en Abanca y otras dos a plazo en la misma entidad. También dos cuenta de ahorro en el Santander, así como otras tres a plazo y dos más en fondos de inversión en ese mismo banco.

El edicto es exhaustivo y, tras todos los pormenores legales respetados por la administración, concluye que e “no se han recibido alegaciones, documentos u otros elementos de juicio, que cuestionen la sucesión a favor de la Administración autonómica”, lo que considera corrobora el informe emitido entre a tal efecto entre otros, la Policía Autonómica”.

Parientes lejanos estiman que podría haber 500.000 euros en las cuentas

El alcalde de Amoeiro, José Luis González, tras conocer el edicto, se puso en contacto con algunos de los familiares lejanos del fallecido. Al parecer los ahorros de este último eran importantes, fruto de su trabajo durante más de 40 años en Alemania como enfermero, y se lo queda ahora la administración, por no querer hacer testamento alguno, ni en sus últimos días a su cuidadora. José Álvarez tenía un patrimonio de unos 500.000 euros afirma el regidor, diversificado en 11 cuentas por cierta desconfianza con los bancos. El único primo carnal que podría reclamar esa herencia, ya falleció. Las otras primas del finado, ni intentaron reclamarla, pues eran parientes de José Alvarez en quinto grado y más, y sin derechos para heredar. ¿Será la Xunta la encargada ahora de ponerle flores a don José en el cementerio cada aniversario?

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