Transfirieron 47.000 euros el día que murió un familiar y alegan que 12.000 eran para balnearios para la ahijada como “última voluntad”

Una madre y una hija acusadas de apropiarse de unos 72.000 euros de la herencia, incluidos los gastos del entierro, se declaran inocentes

La madre y la hija acusadas en este procedimiento, que juzga la Audiencia Provincial de Ourense.

La madre y la hija acusadas en este procedimiento, que juzga la Audiencia Provincial de Ourense. / IÑAKI OSORIO

Javier Fraiz

Javier Fraiz

El día que murió su cuñado traspasó más de 47.000 euros en dos operaciones bancarias, desde dos cuentas de su familiar en las que ella era la cotitular. Antes del reparto de la herencia entre los veinte parientes beneficiarios, volvió a quedarse con la otra mitad del saldo que restaba. Para el reparto con los sobrinos del pariente fallecido –los herederos, según su testamento– quedaban, al final, un total de 6.307,48 euros de una cuenta –en lugar de los 24.614,96 euros que conformaban el líquido preexistente–, así como 17.907,88 euros en otra entidad, en lugar de los 71.629,77 que tenía hasta el día del fallecimiento. Una madre y una hija están siendo juzgadas en la Audiencia Provincial de Ourense –la vista finaliza este jueves–, acusadas de apropiarse presuntamente de unos 72.000 euros, incluida la cantidad para el entierro de su familiar.

La progenitora asegura que, por ser cotitular en la cuenta del fallecido, al que cuidaba desde hacía doce años en Valdeorras a cambio de unos 400 euros al mes, le indicaron en los bancos y en la gestoría que le correspondía la mitad del dinero. La Fiscalía y la acusación particular la rebaten: aseguran que esa figura pretendía únicamente facilitar la gestión bancaria, y subrayan que el saldo de las cuentas solo estaba nutrido de aportaciones del fallecido, entre las mensualidades de la pensión, del alquiler de un piso en Cataluña y los ahorros que le habían quedado de la herencia de un hermano.

El día que murió, antes incluso del desenlace –“ya estaba agonizando”, afirma ella–, la encausada se transfirió un total de 35.814 euros, la mitad del saldo existente. La otra sospechosa –sobrina y ahijada del fallecido– recibió 12.000 euros en su cuenta, en una operación efectuada en la misma jornada, ya después del fallecimiento del paciente. La versión de esta mujer y de su madre es que se trataba de una donación realizada por el tío, para ayudarla supuestamente a costearse las estancias en balnearios, así como para otras necesidades por su estado de salud, problemas en las cervicales y en la espalda que motivan que lleve años retirada.

Agravante de abuso de confianza

El fiscal acusa a las dos de ejecutar un “plan preconcebido”. Solicita para las dos mujeres, de 67 y 47 años y sin antecedentes penales, una condena de dos años de prisión, por un presunto delito de apropiación indebida, o bien tres años de cárcel, si la Audiencia Provincial entiende que los hechos constituyen un delito de estafa. Les atribuye una circunstancia agravante de abuso de confianza.

Por su parte, la acusación particular considera que madre e hija cometieron al menos ocho actos delictivos. En su escrito de calificación provisional pide 21 años de prisión en total, por los presuntos delitos continuados de estafa, apropiación indebida, administración desleal así como falsedad en documento público. La defensa solicita la libre absolución. Ambas encausadas se declararon inocentes.

"Él siempre me decía que si yo necesitaba dinero que lo sacara"

Desde el año 2007, la sexagenaria vivía con su cuñado en Valdeorras, al que cuidaba. El 30 de abril de 2019, el familiar falleció en el hospital comarcal de O Barco, tras permanecer diez días ingresado por una enfermedad que ya era terminal. Ese mismo día, antes del fallecimiento, su cuñada traspasó 35.814 euros desde una cuenta, en la que ambos eran cotitulares, a otra, propiedad de la mujer y su marido. Tras el deceso, movió 12.000 euros desde otra cuenta que también compartía con el pariente fallecido. Ese dinero fue para su hija.

La versión de la madre es que acudió al banco con la intención de sacar dinero para el entierro, previendo el desenlace inminente. En la entidad financiera, según la acusada, le aseguraron que, ante el fallecimiento del familiar, la mitad del dinero le correspondería a ella. “Yo no lo sabía, me enteré en ese momento. Él siempre me decía que si yo necesitaba dinero que lo sacara”, manifestó esta encausada.

"Llevaba tiempo queriendo darle el dinero, ya antes de ingresar en el hospital. Yo fui al banco a cumplir su última voluntad"

Los 12.000 euros que transfirió el día del fallecimiento a la cuenta de su hija correspondían, según la madre, a una donación en vida del pariente a favor de la otra acusada, ahijada del fallecido. “Decía que le ingresara 12.000 euros para que no le faltara el balneario, porque le va muy bien. Llevaba tiempo queriendo darle el dinero, ya antes de ingresar en el hospital. Yo fui al banco a cumplir su última voluntad”, afirmó la sexagenaria en el juicio.

“En el hospital me preguntó cuánto gastaba en medicación, qué balneario era mejor... Costaba unos 700 euros el balneario, unos 400 con el Imserso. Él siempre me quiso ayudar pero le decía que lo guardara para él. Ya pretendía pagarme un coche adaptado, pero yo no quise”, completa la ahijada. En el banco, su versión es que, aunque no quería recibir el dinero, le indicaron que, si se trataba de la última voluntad de su padrino, aceptara la transferencia. Esos 12.000 euros todavía no los ha gastado, los tiene guardados, afirma. “Soy una persona muy ahorradora”, declaró.

Fiscal y abogado de la acusación particular, con las dos acusadas en el banquillo de la Audiencia Provincial.

Fiscal y abogado de la acusación particular, con las dos acusadas en el banquillo de la Audiencia Provincial. / IÑAKI OSORIO

Las dos encausadas afirman que los otros familiares no se preocupaban por el estado del pariente. La ahijada es la que se puso en contacto con el resto de herederos para iniciar la tramitación de la herencia. Una de la sobrinas ejerce la acusación particular en este proceso.

La Fiscalía sostiene que las dos encausadas “omitieron deliberadamente mencionar las dos retiradas de efectivo de 12.000 y 35.814 euros”. Además, presuntamente la sexagenaria ingresó una vez más la mitad de los saldos antes de proceder a la adjudicación de herencia.

El 14 de noviembre de 2019 se firmó en una notaría de O Barco la declaración y la ejecución de la herencia, con la sobrina encausada aceptando el reparto, en representación de un total de catorce primos, que entre los meses de agosto y septiembre le habían otorgado un poder porque residen fuera de Galicia.

"Puse toda mi confianza en ella, confiaba al 100%", dice uno de los perjudicados

La prima encausada “se ofreció” a gestionar el trámite de herencia, “le dijimos que la ayudaríamos en lo que hiciera falta y que le echaríamos una mano, porque confiamos en ella”. Cuando le entregaron la aceptación de herencia “vi que no estaban bien las cosas”, declaró la denunciante. Le pareció que faltaba dinero.

Según declaró, no fue informada con anterioridad de las transferencias efectuadas por la sexagenaria. “No supe nada hasta que me dio todo el banco, y a partir de ahí investigué”, dijo la testigo. A su prima la culpa, además, de simular su firma en un trámite, algo que el poder de representación no cubría, a su entender. “Ella podía firmar con su nombre pero no con el mío, no podía falsificar mi firma”, añadió.

“¿Qué actitud es esta, que el mismo día del fallecimiento se saque el dinero? No veía normal que no se me informara de cómo estaban las cosas”, dijo otra pariente

“Puse toda mi confianza en ella, confiaba al 100%, porque habíamos ido juntos al colegio, éramos como hermanos”, declaró en el juicio uno de los perjudicados. Algunos testigos aseguran que, pese a que contaban con un grupo de WhatsApp entre los distintos parientes para tratar el trámite de la herencia del fallecido, se enteraron tarde de los traspasos de 35.000 y 12.000 euros, después de que se hubiese firmado la aceptación de la herencia. “¿Qué actitud es esta, que el mismo día del fallecimiento se saque el dinero? No veía normal que no se me informara de cómo estaban las cosas”, manifestó otra pariente. A otro testigo de la familia no le parece “creíble” la versión de las acusadas sobre la donación de 12.000 euros.

El coste del funeral

Además, los familiares ingresaron por transferencia unos 450 euros por el importe del entierro y el funeral del familiar, “cuando dichos gastos fueron cargados el 30 de mayo de 2019 en la cuenta del propio difunto”, subraya la Fiscalía. Frente a las manifestaciones de la otra parte, la ahijada del fallecido, que desvincula a su madre de trámite alguno en el reparto de la herencia, alega que “nos reunimos antes de ir al notario, se llevaron las cartillas y se informó a todo el mundo de lo que había”.

La ahijada encausada: "Quise ir a los bancos por si alguien tenía alguna duda, pero dijeron que no”

Al contrario de la supuesta omisión del saldo real y de la información económica que les atribuyen las acusaciones, la mujer asegura que, en esa conversación previa, sí informó de la donación de 12.000 euros así como de que a la madre le correspondía la mitad del dinero de las cuentas por ser también titular en ellas. “Quise ir a los bancos por si alguien tenía alguna duda, pero dijeron que no”, sostiene esta encausada.

Añade que también se reunieron con la denunciante, quien supuestamente –según la acusadas– comprendía que a la progenitora le correspondiese la mitad del dinero de las cuentas. La acusada añade que en la gestoría también informó de las dos transferencias por casi 50.000 euros del mismo día fallecimiento. En cambio, reconoce que en la notaría no dijo nada. Este jueves finaliza el juicio con la declaración de los últimos testigos, entre ellos los profesionales que participaron en los distintos trámites.

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