Condenan a un padre a una multa de 1.800 euros por dejar conducir a su hija de 13 años

Alegó que solo la enseñaba a meter la marcha atrás y que el coche se desplazó 15 centímetros

Un guardia de Tráfico da el alto a un vehículo en un control.

Un guardia de Tráfico da el alto a un vehículo en un control. / BRAIS LORENZO

Javier Fraiz

Javier Fraiz

Un ourensano de 50 años ha sido condenado por el juzgado de lo Penal 1 de Ourense a una multa de 1.800 euros, como cooperador necesario de un delito contra la seguridad vial, por haber dejado conducir a su hija que tenía casi 14 años, pero que por solo seis días no llegaba a la edad mínima legal para tener también responsabilidad judicial (en ese caso, competería a la Fiscalía). Fueron detectados por agentes de la Guardia Civil de Tráfico en la Ciudad del Transporte, en el polígono de San Cibrao das Viñas, el pasado 1 de octubre de este año, sobre las 15.40 horas de la tarde. La causa se resuelve mediante un juicio rápido. La sentencia no es firme y cabe recurso de apelación.

“El acusado sabía que su hija no disponía de permiso o licencia que le habilitase, y pese a ello permitió que condujese”

El padre estaba en el asiento de copiloto y su hija, al volante. Evidentemente, la adolescente carecía de cualquier tipo de permiso o licencia que la habilitase para poder conducir. Pero, como ve probado la sentencia, así lo hizo por una de las vías de la Ciudad del Transporte, un recinto abierto al que normalmente entran vehículos pesados para estacionar. “El acusado sabía que su hija no disponía de permiso o licencia que le habilitase, y pese a ello permitió que condujese”, subraya la sentencia del Penal 1 de Ourense.

Hasta octubre, la Guardia Civil ya había detectado seis casos similares en la zona del polígono de San Cibrao das Viñas. Cuando los aprendices son tan jóvenes “al cabo de un tiempo pueden sentir que dominan el vehículo y tener la tentación de utilizarlo por su cuenta, antes de haber obtenido el permiso, sin ir acompañados por ningún adulto, lo que supone un grave riesgo para ellos y para el resto de los usuarios de la vía”, avisa el instituto armado.

Estaban haciendo las prácticas de conducir en la Ciudad del Transporte, en el polígono de San Cibrao das Viñas.

Estaban haciendo las prácticas de conducir en la Ciudad del Transporte, en el polígono de San Cibrao das Viñas. / IÑAKI OSORIO

En este caso, a los guardias les llamó la atención el vehículo porque “no demostraba destreza en la manera de circular”, además de por la juventud del conductor. El padre alegó que estaba enseñando a su hija la maniobra de marcha atrás, y que el coche solo se desplazó 15 centímetros porque se le calaba.

Dijo a los guardias que su hija quería aprender a conducir

Tras citar jurisprudencia, la jueza indica que “la menor se encontraba conduciendo, toda vez que estaba sentada en el puesto de conducción del vehículo, manejando los mandos propios de tal actividad –concretamente, marcha atrás y volante–, consiguiendo desplazar el vehículo”. Sobre la distancia recorrida, los agentes observaron que fue de unos 30 metros. El acusado les dijo que su hija quería aprender a conducir, y por eso habían acudido al lugar.