La familia ourensana Pérez Canal, propietaria del grupo empresarial Aceites Abril, recibió este martes el Premio Familia Empresaria que concede anualmente la Asociación Galega da Empresa Familiar con apoyo de Sabadell Gallego. El galardón lo recogió la cofundadora de la sociedad, Carmen Canal, en un acto que se celebró por la tarde en el Hotel Oca Vila de Allariz y al que asistieron, además del presidente de la asociación, Víctor Nogueira, y el director general de Sabadell Gallego, Pablo Junceda, el presidente de la Xunta de Galicia, Alfonso Rueda.
Con este homenaje, la empresa familiar gallega ha querido reconocer el compromiso de Aceites Abril con la internacionalización de la economía gallega, recordando que la empresa que Carmen Canal y José Pérez Delgado fundaron en 1962, tiene hoy presencia en 60 países y produce 200 millones de litros de aceite al año.
Además, el colectivo que agrupa a sesenta de las empresas de propiedad familiar más relevantes de Galicia destaca también el “firme compromiso” de Aceites Abril con Galicia, tal y como muestra la iniciativa Colleita Propia, que busca promover la plantación de olivos en este territorio y la producción de aceite 100% gallego.
Nogueira recordó que Aceites Abril, fundada en 1962 por José Pérez Delgado y Carmen Canal en un bajo de la calle Mercado del barrio ourensano de A Ponte, se encuentra actualmente entre las diez empresas aceiteras de España. Sus productos, dijo, “están a diario en nuestras mesas y en estantes de todo el mundo, Ourense, Barcelona, París, pero también Nueva Zelanda, Rumanía, Pakistán, Nepal o Corea del Sur, por citar los últimos mercados que han empezado a disfrutar de este oro líquido ourensano”. Todo ello, incidió, “sin olvidarse de sus raíces, promoviendo la recuperación de los olivos en Galicia y comercializando aceite 100% gallego”.
Para la asociación, Aceites Abril, con una evolución de tres generaciones “que han trabajado codo con codo para convertirla en una empresa internacionalizada”, es un ejemplo de una “sucesión exitosa”.
Por su parte, el presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, destacó en su intervención el compromiso del gobierno gallego con las empresas familiares, dada la importancia que tienen en la economía gallega y que son un modelo industrial que permite poner nombres y apellidos a la pujanza de la comunidad. Recordó que este tipo de compañías representan el 85% del Valor Añadido Bruto empresarial de Galicia y que generan el 86% del empleo privado.
Rueda destacó también las empresas como Abril, que compiten desde la proximidad y apuestan por desarrollar y mantener sus proyectos en Galicia para llevar los productos gallegos por todo el mundo.
Es el caso de la empresa familiar Pérez Canal, incidió, que superó los 300 millones de euros en ventas el pasado año y que da empleo a 150 personas, contribuuendo, destacó Rueda, “a hacer ‘marca Galicia’ al vender sus productos en toda España y en muchos otros países”.
Este premio a la trayectoria empresarial y el mantenimiento de las raíces en Galicia que recibe Aceites Abril en su decimosexto año ha reconocido en las últimas ediciones a las familias Castro Romero (A Coruña), Pérez Rumbao (Ourense) y Pereira (Vigo).
“En estos tiempos de incertidumbre, la sociedad será más consciente de la contribución de la empresa familiar”, destacó el presidente de la asociación, Víctor Nogueira. “Ojalá todos homenajeáramos con nuestro apoyo al conjunto de familias empresarias que hacen de Galicia una tierra con un gran futuro gracias a su trabajo riguroso y diario”, afirmó Pablo Junceda, director general de Sabadell Gallego.
Un negocio que empezó en vino y terminó en aceite
El presidente de la Asociación Galega da Empresa Familiar, Víctor Nogueira, repasó la historia de Aceites Abril, fundada en 1962 por José Pérez Delgado, padre de Manuel Pérez, que en sus inicios se dedicaba al sector vitivinícola. La compra de una bodega y de un molino de prensa en un pequeño pueblo de la Mancha, hizo que la empresa pasase de trabajar con uvas a olivas.
Manuel Pérez retomó la empresa y su mujer, Carmen Canal, tuvo un peso muy importante al hacerse cargo de la compañía, junto a sus hijos, tras la muerte prematura de su marido. Las primeras botellas de aceite se envasaban en el barrio de A Ponte, hasta que en los años 90 se trasladaron a una planta de producción en el polígono de San Cibrao das Viñas. En la actualidad, el grupo cuenta dos líneas de refinado y 1.600 referencias de aceites comercializados más de 60 países.