La estrategia de vacunación moviliza a las personas de más edad y también a los pequeños en una campaña que, en el caso de Ourense, de paso visibiliza la crisis demográfica de un territorio muy envejecido: hay 16.989 ourensanos de más de 85 años convocados para recibir la segunda dosis de refuerzo contra el COVID –el cuarto pinchazo, adaptado a las nuevas variantes de Ómicron– y, en el otro brazo, la vacuna contra la gripe. Antes, los profesionales acudieron a los 157 centros sociosanitarios de la provincia para vacunar contra la gripe y el COVID a 5.800 usuarios.
La acción contra la gripe, cuya incidencia podría aumentar este año después de la eliminación de mascarillas y restricciones contra el coronavirus, incluye en el calendario, como novedad en España, a los niños de entre 6 meses y 4 años y 11 meses.
Son un total de 6.317 los ourensanos de esa corta edad adscritos a los diferentes centros de atención primaria, donde se inocula el suero. La pequeña Aylén, que recibió su dosis ayer en A Cuña, acompañada por su madre Ainara, es una de los niños que han estrenado el nuevo calendario.
Para los mayores citados para la inmunización por partida doble, el vacunódromo del recinto ferial de Expourense reabrió este lunes. No lo hacía desde el 12 de marzo, con los niños recibiendo su dosis contra el coronavirus. Operará de lunes a jueves hasta el 28 de octubre, de 9 a 14.30 y de 15.30 a 21. Después de los octogenarios, citados durante esta semana –la campaña arrancó hace unos días en los tres hospitales–, acudirán de forma escalonada el resto de los más de 120.000 ciudadanos con más de 60 años de la provincia.
“En el 99% de los casos, los mayores están encantados con recibir a la vez la de la gripe y no tener que desplazarse después a los centros de salud”, indica Pepa Fernández Araújo, subdirectora de Enfermería de Atención Primaria y coordinadora de la campaña de vacunación. Hay a disposición sillas de ruedas y se facilita la vacunación en los coches de las personas con menor movilidad.
