El Consejo Regulador de la Denominación de Origen Ribeiro tiene preparado un equipo de 27 inspectores que velarán por el cumplimiento de las normas vigentes durante la vendimia 2022 en la enocomarca, una cosecha que se prevé para la segunda semana de septiembre.
Este operativo, que supone un incremento de efectivos respecto a los años anteriores, participó en días pasados en un programa completo de formación con una duración de 40 horas, dirigido a reforzar el reconocimiento y la identificación de las variedades de uva de la DO. Ribeiro, así como todos los aspectos tanto morfológicos, agronómicos como enológicos de las mismas. Además, el curso sirvió para recordar la distinta maquinaria existente en las bodegas, para ello contaron con una visita presencial a viñedos e instalaciones.
Además, desde mediados del pasado mes de julio, se llevaron a cabo 200 inspecciones prevendimia en las fincas de los viticultores de la denominación para valorar el estado actual de los viñedos, así como para hacer una aproximación de los rendimientos de las distintas variedades. Sirvieron para disponer de datos más aproximados a la próxima cosecha y para revisar y actualizar las variedades de uva registradas en el consejo regulador.
“Durante los últimos cuatro años se han hecho 600 inspecciones, lo que permite tener un mejor control del registro vitícola, tener al día todos los datos de los viticultores, sus fincas y variedades de uva, así como hacer controles del estado sanitario y una estimación de rendimientos”, sostuvo el presidente del consejo, Juan Manuel Casares, quien también señaló que, “más allá de los operativos propios de la vendimia, todas las medidas implementadas protegen a los viticultores, avanzan en la consecución de precios más justos por la uva producida y transmiten seguridad a los consumidores del Ribeiro”.
