Ribadavia vuelve al inicio de las restricciones de agua. Dos turnos de suministro hídrico que van desde las 13.00 hasta las 15.00 horas y desde las 20.30 a las 23.00 horas. Así lo comunicó el gobierno ribadaviense después de varios días animando a la responsabilidad social para intentar no volver dar pasos hacia atrás, pero el elevado consumo y la sequía se pagan caro: “Esta situación nos obliga a tender que volver a los horarios de las semanas pasadas, siendo la única forma de garantizar el suministro de agua en este momento”. Piden entendimiento y los vecinos, en líneas generales, lo comprenden.
Hortensia Fernández, de Francelos, lleva con cortes de agua desde hace días y “es un impedimento para hacer vida normal, estos últimos días teníamos más, pero ahora ya vuelven a empezar con cortes o eso nos dijeron, pero bueno es algo normal tal y como estamos”. Y añade que “no da para ducharse porque viene a chorros y cuando no viene no viene, nos quedamos sin nada”.
En el Bar O San Lázaro comentan que “vino el agua a las 15.30 y después se fue y después tuvimos hasta las 20.30”, dice Ricardo, el propietario del establecimiento hostelero, que se ve perjudicado también por los cortes del suministros de agua. Y añade que “menos mal que tenemos depósitos de agua, porque si no estaríamos cerrados”. En Bar O Benigno explican que “durante dos o tres días teníamos que hacer los cafés como lo hacían antiguamente nuestros abuelos, con cafeteras y leche en termos”.
No solo Ribadavia está teniendo cortes, sino también los municipios de la cuenca del Limia ven como de los grifos sale poca o ningún agua. Ejemplos como lo de Vilar de Barrio o Baltar dejan claro que la sequía es un problema. A estos concellos se les suma Riós que anunció que interrumpe el suministro de agua corriente en varios núcleos de población durante las noches por la falta de recursos hídricos. La decisión de la alcaldesa, Eva María Barrio, afecta a las parroquias de Ventas, Riós, Ferreiras, Romariz y Marcelín.
