El catedrático del área de Botánica Francisco Javier Rodríguez Rajo fue elegido nuevo decano de la Facultad de Ciencias de Ourense, ocupando el lugar que deja Gil Garrote, tras cumplir dos mandatos. Era el único candidato y obtuvo 64 votos a favor, dos en contra y dos en blanco. Durante los próximos tres años, dirigirá el centro acompañado de María José Pérez, como secretaria, y Beatriz Gullón, María Fernández y Nelson Pérez como vicedecanos.
–¿Por qué decidió optar a este cargo?
–Por compromiso con mi facultad. Yo estudié aquí la carrera, hice el doctorado y el postdoc. Quiero ayudar y dar un relevo a la gente que llevaba el decanato y que, además, pasaron dos años muy duros por la pandemia.
–Ya había formado parte del equipo decanal con Gil Garrote.
–Entré con él como vicedecano y estuve seis meses, pero el anterior vicerrector, Virxilio Rodríguez, quiso incorporarme como director de área y estuve en el vicerrectorado casi tres años. También he sido director de departamento de Biología Vegetal durante cuatro años, pero ahora tendré que cesar.
–¿Qué retos asume en esta nueva etapa como decano?
–Afianzar la investigación de nuestra facultad. Estamos en las posiciones más elevadas de todos los rankings a nivel incluso mundial. Lo que queremos es poner a disposición de los profesores e investigadores todas las herramientas posibles que nos podamos permitir para que sigan con esa excelencia. Estaremos vigilantes de todas las convocatorias que nos permitan afianzar y ampliar los recursos e infraestructuras científicas que poseemos en la actualidad. Y, sobre todo, mantener la singularidad de nuestros títulos dentro del Sistema Universitario de Galicia. En lo que respecta al alumnado, trataremos de fomentar vocaciones para nuestras titulaciones.
–Le toca gestionar la puesta en marcha de la planta piloto en el nuevo edificio del Campus Auga, una infraestructura muy importante para la investigación.
–Y para la docencia. Éramos prácticamente la única facultad con Ciencia y Tecnología de los Alimentos de España que no tenía una planta piloto. Incluso hay institutos que la tienen. Esto va a suponer un antes y un después para los alumnos, el profesorado y el personal investigador.
–A pesar de ello han mantenido las mejores posiciones.
–Se hacen muchos esfuerzos. Una peculiaridad de nuestra facultad es que muchos profesores entramos aquí con programas de talento, como el Ramón y Cajal, y esto hace que la investigación se potencie mucho.
"Tenemos que dar más potencial a nuestro potencial investigador"
–¿Cree que este potencial es conocido en el entorno?
–Yo creo que no, y es uno de los retos que nos planteamos. Dar visibilidad a todo este potencial, que no es solo la investigación que se hace, sino que manejamos muchos fondos para investigación y contratamos a muchos de los alumnos. Sus primeros trabajos son en grupos de investigación del centro, pero un número muy elevado, o a través de becas importantes que les permiten iniciar una carrera investigadora con el doctorado. Posteriormente algunos llegan a profesor, como es mi caso o el de otras dos personas en mi equipo decanal. Es un reto que la sociedad ourensana y gallega visualicen las bondades de esta facultad.
–La apertura de la planta piloto se acompaña del traslado del CACTI desde la Tecnópole, un avance importante porque centraliza la investigación en el campus.
–Sí, y muy importante. Sobre todo porque teníamos una agrupación estratégica de investigación, el CITACA, entre las mejores de Galicia y la única casi en un campus periférico, y el poder tener cerca de la facultad un edificio como es el Campus Auga, la planta piloto y todas estas infraestructuras, nos permitirá volver a optar a financiación y tener la consideración de agrupación estratégica. Nos hará más fuertes ante solicitudes de este tipo.
–¿Cuál es su propuesta ante la apertura del mapa de titulaciones?
–Queremos ir de la mano del Rectorado. Esperaremos a que se abran los cauces para solicitarlas y tener el mayor éxito posible.
–¿Cuáles son sus sugerencias?
–Alguna idea hay, pero hay que esperar, porque la Xunta hará un informe sobre las que se pueden pedir y por mucho que tu tengas una idea te van a decir cuáles son las que hacen falta en Galicia y tendremos que ceñirnos a eso. Por eso es mejor esperar e ir de la mano del Rectorado.
