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“No hace falta estudiar en Harvard o Cambridge para llegar a la Agencia Espacial Europea”

Marco Casanova regresa a la Escuela de Ingeniería Aeronáutica de Ourense para hablar sobre las operaciones astronómicas de la ESA, donde trabaja desde 2021 como analista de naves espaciales

Marco Casanova, en la escalinata de Santa María Nai, ayer en Ourense. | // IÑAKI OSORIO

Marco Casanova (Bande, 1998) regresa este miércoles a la Escuela de Ingeniería Aeronáutica y del Espacio de Ourense como ponente del Foro Aero, el ciclo de conferencias divulgativas que organiza el centro para acercar la realidad del sector aeroespacial a su alumnado.

Durante su etapa universitaria en el campus, Marco asistió a estas charlas para conocer las opciones laborales que le esperaban fuera del centro, y mañana será él quien exponga ante los estudiantes los pasos que ha dado desde su graduación en 2020 como alumno de la primera promoción de Ingeniería Aeroespacial, hasta su ingreso en agosto de 2021 en la Agencia Espacial Europea, ESA, donde trabaja como analista de naves espaciales. “Me hace mucha ilusión ser yo quien esté ahora ahí para contar mi experiencia”, señala.

“Me hace mucha ilusión ser yo quien esté ahora ahí para contar mi experiencia”

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Este joven ourensano no es el único graduado en Ingeniería Aeroespacial que ha llegado a la ESA. Sus compañeras de promoción Ana Cambón y Sara Rodríguez, trabajan como controladoras de satélites en la Organización Europea de Satélites Meteorológicos, Eumetsat. Ellos son el ejemplo de que también se puede llegar al espacio desde Ourense. Este es el mensaje que Marco quiere trasladar a los que mañana acudan al Foro Aero: “Lo que más cuenta son las ganas, la pasión, y eso es lo que a fin de cuentas se busca. Esto no solo va dirigido a los que quieran trabajar en la ESA, también a los de aeronáutica que piensen en compañías como Airbus. Les diré que no se rindan, que no hace falta estudiar en Cambridge o en Harvard para llegar a este tipo de posiciones. Mucha gente tiene la creencia de que estudiar en Ourense significa trabajar aquí, y no tiene por qué”.

La ponencia, titulada “Operaciones en el sector espacial: las misiones astronómicas de la ESA”, tendrá lugar en el aula B5 del Edificio Politécnico, a las 18.00 horas, y está abierta a toda la comunidad universitaria y público externo. En ella, Marco Casanova hablará sobre las operaciones en las que participa, pero también sobre su experiencia antes de fichar por Serco Group, la multinacional británica que lo posicionó en la agencia europea. De hecho, con solo 23 años, acumula un extenso currículo académico e investigador. Ha publicado en la revista ‘Acta Astronautica’ el diseño conceptual de una misión a Júpiter, ha participado en congresos y formó parte del equipo que ganó a nivel nacional una competición de la NASA con una propuesta de fabricación en órbita. Cursó el máster en Ingeniería Espacial en la Universidad Carlos III y ha regresado a la UVigo como doctorando del programa en Tecnología Aeroespacial, con sede en Vigo, que coordina Fernando Aguado.

El contacto con la Escuela de Aeronáutica de Ourense no lo ha perdido en ningún momento y sigue investigando con los profesores Daniele Tommasini y Fermín Navarro, con los que afirma sentirse “muy cómodo”. Junto a ellos se ha lanzado a la aventura doctoral, que amplía la investigación que inició con el máster: “Continuamos en la misma área de conocimiento, la astrodinámica, generando ‘software’ para análisis de misiones, para optimizar transferencias interplanetarias, estudiar objetos que se acercan a la Tierra y cómo evitar colisiones”, avanza.

Misiones Gaia y Euclid

En la ESA, Marco trabaja como analista en la misión de astrometría espacial Gaia, encargada de crear el mapa tridimensional más grande y preciso de la galaxia, que se ha extendido hasta 2025. Su puesto está en el ESOC, el Centro Europeo de Operaciones Espaciales, con sede en Darmstadt (Alemania), donde trabaja en primera línea, coordinando a los diferentes operadores.

Además, está preparándose para la misión Euclid, que se lanzará en 2023 y que tiene por objetivo mapear la geometría del universo y comprender mejor la materia y energía oscuras. “El lema que usan siempre para esta misión es ‘descubrir la primera luz del universo’, lo cual quiere decir que se van a poder observar objetos que están a más distancia que Gaia, porque van a ser visibles en el espectro infrarrojo”, explica Casanova. “Esto aportará más datos, pero no tanto sobre como es ahora la Vía Láctea, sino sobre como fue en sus primeras etapas”.

Esta misión, al igual que otras vinculadas a los cohetes Soyuz, está afectada por la orden rusa de detener todos los lanzamientos de satélites europeos, como respuesta a la política de sanciones por la invasión de Ucrania. En todo caso, Casanova explica que la operación sigue adelante ya que el diseño del telescopio espacial infrarrojo “ha sido validado para otro lanzador europeo y se está buscando esa solución”.

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