En España faltan plazas para los autores de delitos con patología mental grave. Solo hay dos hospitales psiquiátricos de la administración penitenciaria: uno en Sevilla y otro en Alicante. Lugares distantes para muchas de las familias. A esta última prisión psiquiátrica ha sido trasladado José A. L., para dar cumplimiento a la medida de seguridad impuesta por el homicidio de su mujer y cuidadora Virginia F., a la que mató en el domicilio conyugal, en O Carballiño, en enero de 2017.
Salió absuelto del delito de homicidio, por la aplicación de una eximente completa de anomalía mental –padece una demencia frontotemporal desde antes de que ocurrieran los hechos, que le acarrea un gran deterioro de sus funciones cerebrales superiores–, pero la justicia estableció un periodo máximo de 14 años de internamiento en un centro psiquiátrico penitenciario.
A finales del mes de febrero, José A. L. fue detenido en la residencia de Barbadás en la que ha permanecido desde poco después del veredicto del jurado, en 2019. Fue trasladado al centro penitenciario de Pereiro, a la espera de su traslado, que ahora se ejecuta.
El magistrado ordenó entonces su excarcelación –pasó más de dos años en prisión provisional– y requirió su internamiento en un centro residencial. La sentencia era firme desde octubre de 2020, cuando se abrió la fase de ejecución, pero el cumplimiento de la medida de seguridad, tras sucesivos recursos y escritos de la defensa, se ha dilatado hasta estas alturas de 2022.
El abogado ha presentado un nuevo escrito, dirigido al Tribunal Superior de Xustiza. Recurre la decisión de cumplimiento de la medida de seguridad, alegando que había presentado un recurso de reforma que, en su opinión, tenía efecto suspensivo.
En cualquier caso, Instituciones Penitenciarias ya ha puesto en marcha el traslado del encausado, camino al psiquiátrico penitenciario de la Comunidad Valenciana.
José A. L. y Virginia F. llevaban 35 años casados. En 2016, la mujer decidió regresar con su marido de la emigración en Suiza, al apreciar que su estado empeoraba. El hombre necesitó varios ingresos hospitalarios. El 18 de enero de 2017, once jornadas antes del crimen, se subió al tejado de la casa y permaneció allí durante horas. La mañana del 29 de enero, mató a su mujer.
