No existen elementos suficientes para considerar que se cometió un delito de distribución de pornografía infantil, al no estar acreditada ni siquiera la existencia de ese tipo de material ni tampoco su distribución, por lo que procede decretar el archivo.

La Fiscalía de Ourense no ha encontrado pruebas tras las manifestaciones efectuadas en la red social Twitter por un exasesor municipal que prestó sus funciones en la alcaldía, X. A. D. V., quien el 13 de noviembre aludía a los “caprichitos pederastas dalgúns traballadores do Concello. Conmino a Policía e Garda Civil a que busque contidos pederastas en contas oficiais do Concello, que seguro que os atopa”.

Siete minutos más tarde añadía: “Xa vedes que eu para falar non preciso perfís falsos”. Citando de nuevo las cuentas en Twitter de la Policía y de la Guardia Civil, se ofrecía a explayarse: “Cando queirades estou á vosa disposición”.

Después de llevar a cabo unas diligencias de investigación penal a partir de la denuncia presentada cuatro días después por una sindicalista, la Fiscalía ha concluido que no se han acreditado las acusaciones de X. Archiva la vía de la supuesta pornografía infantil y deduce testimonio para determinar si el extrabajador eventual, que cesó en su puesto a principios del mes de febrero –según anunció el regidor en las redes, fue su decisión–, pudo incurrir en un presunto delito de injurias.

Esa aseveración pública del exasesor tuvo eco en los medios de comunicación y repercusión también en el debate político. La Fiscalía preguntó a la Guardia Civil y a la Policía si, a la vista de los tuits en los que el eventual mencionaba a los dos organismos, se habían llevado a cabo investigaciones policiales.

La comisaría había abierto una investigación policial en relación a esas manifestaciones. El grupo de delitos tecnológicos asumió el caso. Días más tarde, el 24 de noviembre, la Fiscalía recibió una nueva denuncia de un representante de la junta de personal del Concello de Ourense. En ese escrito, los sindicatos pedían investigar si el exasesor había incurrido en algún tipo de delito al publicar dichos tuits.

Analizaron el móvil y el correo

Tras llevar a cabo una investigación, la Policía Nacional no encontró indicios de distribución de material pornográfico. En primer lugar, tomaron declaración al autor de los mensajes en Twitter. Este aseguró que, en noviembre de 2020, había recibido un correo en su cuenta oficial del Concello de Ourense remitido presuntamente por otro trabajador municipal, en el que según la versión de X. A. V. D. aparecía una niña de unos 10 u 11 años, desnuda y haciéndose una fotografía tipo selfi en una pose sensual.

El exasesor manifestó a la Policía Nacional que había hecho una captura de pantalla con su teléfono, y que poco después decidió borrar dicha imagen.

Ante esa versión, los investigadores consideraron fundamental ver si dicha fotografía existía. X. A. V. D. dejó a los agentes el teléfono móvil con el que supuestamente había realizado el pantallazo, así como una tarjeta de almacenamiento. También autorizó a los investigadores a que accedieran a la nube de Google, para obtener información sobre sus fotos y su correo.

Los policías tomaron declaración a dos trabajadores municipales, usuarios presuntamente de esa cuenta de correo oficial desde la que –siempre según la versión del autor de los tuits– se había enviado y después se había eliminado el correo electrónico con la fotografía de la menor.

No se encontró ningún rastro del archivo

Las dos personas negaron a la Policía que hubieran recibido o enviado una imagen así desde ningún tipo de cuenta de e-mail.

Las pesquisas incluyeron también una consulta a una empresa contratada por el Concello de Ourense para la gestión de las cuentas de correo electrónico. La mercantil informó de que no era posible recuperar el e-mail de las bandejas de entrada o de la papelera, porque ese servicio no estaba contratado.

Además, tras el estudio del teléfono del extrabajador eventual y de las cuentas de Google en las que se podría encontrar la supuesta captura de pantalla eliminada, no se encontró ningún rastro del archivo.

La Fiscalía decreta el sobreseimiento de las diligencias de investigación penal sobre la presunta distribución de material pornográfico al considerar que no hay ningún indicio de que dicha fotografía exista en los servidores del Concello de Ourense, en cuentas asociadas de Google del receptor ni en el teléfono móvil con el que aseguró haber realizado un pantallazo, como prueba del supuesto delito.

Cerrado ese cauce, el autor de los tuits puede enfrentarse ahora a una investigación contra él por presunto delito de injurias, del artículo 208 y siguientes del Código Penal.