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Xesús Martínez, educador social, en el campus de Ourense.INAKI OSORIO

“La adolescencia debe empezar a trabajarse desde la infancia”

El ourensano Xesús Martínez recibió hace unas semanas el premio al mejor Trabajo de Fin de Grado que concede el Colegio de Educadoras y Educadores Sociales de Galicia (Ceesg) por su estudio sobre el ocio y adolescentes con medidas judiciales en medio abierto en los Centros de Intervención Educativa en Medio Abierto (CIEMA) de Galicia, que presentó en el curso 2018/2019. Para conocer esta realidad entrevistó a ocho educadoras y educadores sociales de estos centros en las cuatro provincias gallegas y a cuatro adolescentes que en ese momento cumplían medidas en Ourense. Su estudio constató que existe una importante relación entre las experiencias de ocio y los actos delictivos y que, una vez finalizada la medida judicial, el patrón de ocio de los adolescentes seguía siendo el mismo.

La experiencia con adolescentes no es nueva para este ourensano, que lleva más de una década trabajando con este colectivo. Antes de graduarse en Educación Social, Xesús se diplomó en Trabajo Social y es Técnico Superior en Integración Social. Su formación académica no ha terminado y actualmente cursa un máster en Menores en situación de desprotección y conflicto social en la Universidad de Vigo, del cual resta presentar el Trabajo Fin de Máster, una investigación centrada en la mediación escolar.

"La adolescencia no es un concepto invariable, sino una realidad en plural que plantea múltiples prismas"

La adolescencia, afirma, no es un concepto invariable, sino una realidad “en plural” que plantea múltiples prismas. Una etapa de cambios en la que, defiende este profesional, es importante que la persona adulta aprenda a mirar y acompañar. “Para acercarnos a las personas adolescentes hay que comprenderlas, y esto no quiere decir justificarlas. Es importante que puedan contar con personas adultas que sean referentes, próximas, positivas, y que estén disponibles para acudir a ellas cuando lo necesitan”, explica.

Pese que en la adolescencia se siente la necesidad de una mayor autonomía, apunta Martínez, “continúan necesitando y demandado la presencia de personas adultas de referencia”. Lo que buscan en ellas, añade, es “autenticidad, serenidad e incondicionalidad”.

Educación Social en el sistema educativo

¿Pero qué ocurre cuando surge el conflicto? Xesús Martínez defiende que “en muchas ocasiones, puede ser un elemento favorecedor de múltiples aprendizajes. “La adolescencia es una etapa en la que se asumen riesgos y es importante el acompañamiento profesional para minimizarlos”, indica. De aquí la importancia de la Educación Social en los espacios que más habitan las personas adolescentes, defiende Martínez: el ámbito familiar si es necesario, la educación de calle “y por supuesto, la presencia en el sistema educativo formal, como garante de un acompañamiento socioeducativo de calidad”. Sostiene que es muy importante tener presente que “la adolescencia debe comenzar a trabajarse desde la infancia”.

La incorporación de la Educación Social en la escuela para acompañar a los menores en este cambio de etapa desde un punto de vista preventivo es una de las propuestas de mejora que recoge Xesús Martínez en su trabajo de fin de grado, en el que también apuesta por la educación de calle con educadoras y educadores sociales y la creación de propuestas que fomenten el ocio en familia, así como recursos que permitan a las propias personas adolescentes diseñar alternativas de ocio acordes a sus intereses.

En este estudio, el investigador profundiza en la influencia que puede tener el ocio en adolescentes con medidas judiciales en medio abierto, que son aquellas que no requieren internamiento. Una temática que eligió no solo por su experiencia profesional previa en el trabajo con este colectivo, sino por la importancia que el ocio y el tiempo libre tienen en la socialización.

La gestión del tiempo libre

El trabajo aborda el ocio como un factor de riesgo, pero también como un factor de protección. “El personal educador que participa mayoritariamente describe que existe una importante relación entre el ocio y los actos considerados delictuosos. Apuntan que el ocio es el contexto en el que más se presentan estos actos, motivado, en gran medida, por las dificultades que presentan en la gestión de su tiempo libre”. También constatan que estas y estos adolescentes muchas veces desconocen la oferta de ocio en su comunidad o presentan dificultades en las habilidades sociales, falta de motivación o limitaciones para desarrollar aficiones.

Xesús Martínez señala que las educadoras y educadores que participaron en su proyecto demostraron una “gran implicación y pasión” por su trabajo, y todos resaltaron “la importancia de realizar un acompañamiento socioeducativo de calidad”. Respecto a las personas adolescentes, el investigador destaca una demanda en la que todas realizaron hincapié: “la ausencia de espacios en los que realizar propuestas y la falta de escucha por parte de las personas adultas”.

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