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Una hora atrapado entre vigas, al caer el piso de la casa en ruinas en la que entró a orinar

El joven accedió de madrugada al edificio de calle Pizarro, el suelo se desplomó y quedó suspendido en el aire | Sus amigos lo sostuvieron hasta que llegó el operativo de rescate

Bomberos, durante la operación de rescate del joven atrapado en las vigas de la casa en ruinas. | // FDV

La noche de Reyes se saldó en la ciudad con poco más de una docena de incidencias, según el balance de la Policía Local, la mayoría de ellas por quejas vecinales de ruidos en pisos, o en la calle, producido por clientes de algún local con terraza. Pero hubo también un suceso insólito, relacionado con la noche “más mágica del año” que, tal vez por eso, remató con final feliz.

El protagonista fue un vecino de Ourense, de 26 años de edad, que quedó atrapado entre vigas de madera carcomidas, y suspendido en el aire durante una hora, al venirse abajo el suelo del primer piso de un edificio en ruinas de calle Pizarro, al que había accedido de madrugada, con unos amigos. Su versión inicial a la policía, durante el operativo de rescate, fue que habían entrado, supuestamente, “a orinar”.

Los hechos se produjeron en torno las 3. 20 horas de la madrugada del jueves, noche de Reyes, cuando el grupo de amigos entró a un edificio en ruinas de calle Pizarro a través de un boquete sin tapiar en la pared. El edificio está situado al lado de El Patio Andaluz, y enfrente de otro clásico pub de la zona, el K´oba.

A esa hora, ya había cerrado la mayoría de los locales de ocio. Una vez dentro de la casa, el joven subió al primer piso, este se vino abajo, y la víctima quedó suspendida en el aire entre las vigas. La ayuda de sus amigos, que lo sostuvieron en el aire hasta que llegó el operativo de Bomberos y Policía Local que participó en su rescate, fue fundamental para evitar que el joven cayera al vacío. Estos operativos fueron los que se encargaron luego de sujetar al joven, para evitar que se cayera mientras retiraban vigas y cascotes.

Acceso a la casa en ruinas. | // FDV

Según próximas al operativo, fue un rescate delicado, marcado por el riesgo de causar nuevas lesiones, o que el resto del entramado se viniera abajo, pero una hora después, el joven, tras ser atendido en el lugar del accidente con heridas en apariencia leves, fue trasladado al CHUO en una ambulancia del 061 para su posterior reconocimiento.

Tras la evacuación y traslado del joven al complejo hospitalario, la Policía Local elaboró un informe que fue remitido al área de Urbanismo. El edificio, pese al estado ruinoso, tiene un amplio hueco por el que se puede acceder al interior.

Una noche de ruidos

Por lo demás, la Noche de Reyes y la consabida restricción horaria, dejó un escueto parte de servicios en la Policía Local, en comparación a las fiesta de la prepandemia.

La primera actuación se producía a medianoche, con un positivo en alcoholemia en rúa Ribeiriño, y quejas por ruidos en un piso de la avenida de Marín, que desaparecieron al llegar la Policía Local.

A la 1.15 de la madrugada, se recibían quejas por ruidos procedentes de una cafetería de plaza San Martiño que seguía ejerciendo su actividad. La llegada de la policía permitió comprobar que el ruido procedía de gente que seguía en la calle. Uno de los problemas habituales de los que se quejan los vecinos de la zona histórica.

Terrazas en la zona histórica. | // F. CASANOVA REDACCIÓN

Niños madrugadores

El equívoco más curioso se producía a la 1.30 horas, cuando se recibió una llamada en centralita de Policía Local, alertando de ruidos procedentes de una fiesta en la calle Chano Piñeiro. Al llegar al lugar, r comprobaron que la fiesta no era tal, pues el ruido era producido por unos niños que, al parecer, no quisieron esperar a la mañana y estaban descubriendo ya sus regalos de Reyes de madrugada.

Hubo más servicios por llamadas de vecinos molestos, que protestaban por ruidos en establecimientos Rúa San Pedro.

A las 4.15 horas de la madrugada hubo también una llamada vecinal por ruidos, esta vez en Praza de San Antonio, fuera de la zona de marcha nocturna del casco viejo, pero en el momento en el que llegaron los agentes a la zona, la plaza ya estaba vacía.

El último servicio del que da cuenta la Policía local, fue a las 5 de la madrugada, relativo a quejas por ruido en vivienda de calle Emilia Pardo Bazán. La presencia policial fue de nuevo disuasoria, y cesó la fiesta que era entre personas que no vulneraban el decreto sanitaria. Una noche tranquila en la que pubs y hostelería cumplieron.

El regreso de pubs y cenas de Reyes

Cena de Reyes en un restaurante del casco viejo. | // FERNANDO CASANOVA REDACCIÓN

Pese a las limitaciones horarias de cierre a las 3 de la madrugada, la mayor parte de los pubs y locales de ocio nocturno nocturno del casco viejo abrieron sus puertas en la noche de Reyes, que dio vida a aquellos restaurante que se animaron a abrir, la mayoría a la carta y no con menú creado y baile como antaño. “Los pubs que habíamos cerrado desde el día 30 de diciembre al 3 de enero para acogernos a las ayudas de la Xunta, reabrimos ayer, aunque esta noche no fue ni parecida a las de antes de la pandemia, fue muy flojo en público”, explica Hugo Figueiras, portavoz del área de pubs y locales de ocio nocturno de la Unión de Hosteleros de Ourense. Esperan que puedan producirse pronto ampliaciones de horario “porque si hubo afluencia en las terrazas, y hostelería, porque abrieron hasta l de la madrugada o más, con lo cual a nosotros nos quedó hora media o dos horas para hacer caja, porque todos cumplieron, pero los impuestos y el pago de alquiler de locales, hay que pagarlo igual, indica Figueiras. Los restaurantes que optaron por abrir en la noche de Reyes, tuvieron también un buen indice de ocupación, y ayer, Día de Reyes, abrieron también restaurantes para ofrecer las comidas del día de Reyes, estas ya más de familias con niños, para celebrar la jornada, tras la intensa noche de espera para abrir los regalos.

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