Un delito de maltrato habitual y otro de malos tratos tienen como consecuencia una condena –no es firme, aún cabe recurso de apelación a la Audiencia Provincial– de 2 años de prisión, 5 de alejamiento de la víctima y 60 días de trabajos en beneficio de la comunidad. El autor de los hechos es un hombre de 34 años, que –según considera probado la jueza de refuerzo de los penales–, el 20 de julio de 2019, cuando ambos se encontraban en el domicilio de Ourense que compartían, reaccionó de forma agresiva a la negativa de su pareja a mantener relaciones sexuales con él. El acusado le pegó y la empujó.

Durante la relación de su pareja, el hombre la sometió “a una situación de violencia física y psíquica permanente”. Según recoge la sentencia, la agredió de forma reiterada, propinándole cabezazos, bofetones, empujones, o agarrándola por el cuello y por el pelo. Además, se dirigía habitualmente a la víctima con frases con la intención de atemorizarla, como por ejemplo “de la cárcel se sale, pero del cementerio no” o “voy a quemar la casa contigo dentro”. El agresor machista también profería a su pareja insultos y ejercía un control sobre ella, de manera que si la mujer no le informaba de sus actividades procedía a agredirla.

El 9 de febrero de 2020, el varón envió a la víctima un mensaje por WhatsApp en el que decía: “Si la vas a recoger al colegio, la niña se va contigo. Si va cualquiera, se va conmigo, ya que soy su padre y tengo el mismo derecho que tú de estar con ella”. En ese momento no estaba establecido ningún régimen de visitas.